Aumenta la tensión en Europa y en Brasil Lula adelanta a Bolsonaro por 5 puntos frente a la segunda vuelta.

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Los referendos de anexión a Rusia de 4 provincias ucranianas y la inutilización de los gasoductos del mar báltico escalan el conflicto en Europa. En América Latina, la elección crucial de Brasil dio por ganador a Lula por 5 puntos frente a un Bolsonaro que sigue en carrera para la segunda vuelta. Mientras tanto, las estimaciones de la OCDE indican una desaceleración del crecimiento económico y una prolongación de una alta inflación. Los mercados reaccionaron frente al presupuesto de la administración Truss en el Reino Unido mientras que Italia se apresta a conformar un nuevo gobierno de ultraderecha con Giorgia Meloni a la cabeza. Cuba voto un nuevo código de familias y en Perú, se llevaron a cabo elecciones regionales.

Por Federico Montero y Pablo Macia

La anexión rusa de las provincias ucranianas aumenta la tensión en Europa.

Desde el 23 al 27 de septiembre las autoridades rusas realizaron un plebiscito en la República Popular de Donetsk y Lugansk, y en las provincias de Jerson y Zaporiyia para definir su incorporación a Rusia. La zonas correspondientes al este de Ucrania (Donbás) y el cordón sur que une toda la zona costera hasta la península de Crimea (ya anexada en 2014) conforman el 20% del territorio ucraniano, con una superficie similar a la de Portugal. La participación en el plebiscito, en el que estaban habilitadas aproximadamente unos 5 millones de personas, fue del 97,5% en Donetsk, 92,6% en Lugansk, 85,4% en Zaporiyia y 76,9% en Jerson, según las autoridades, alcanzando un porcentaje de adhesión a la unificación con Rusia del 99,23%, 98,42%,  93,11% y el 87,05% respectivamente. Mientras desde las posiciones pro rusas destacan la alta participación y la legitimación de observadores internacionales de Italia, Alemania, Venezuela, Letonia y otros países (un total de 133 personas), desde las fuerzas occidentales denuncian la el plebiscito como una farsa en el contexto del conflicto bélico.

De esta manera, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, rechazó de manera rotunda los planes rusos de anexión y destacó que la acción supone “una peligrosa escalada” del conflicto. En efecto, la doctrina de seguridad rusa destaca que el país puede evaluar el uso de armas nucleares en caso de ver en peligro la integridad de su estado. En ese aspecto, una eventual acción ucraniana por reconquistar esos territorios podría ser considerada por Rusia como un ataque a su propia existencia, habilitando el uso de las llamadas “armas nucleares tácticas” que tienen una gran precisión. Esto supone una potencial escalada del conflicto en el que la OTAN podría participar atacando el enclave ruso de Kaliningrado, la flota de Moscú desplegada en el Mar Negro o imponiendo una zona de exclusión aérea sobre Ucrania. De esta manera, el conflicto se exacerba y las posiciones se endurecen, complicando las condiciones para una eventual negociación de paz.

Por lo pronto, el proceso de anexión a Rusia continúa. El presidente Vladimir Putin firmó la anexión y elevó el pedido de incorporación de las provincias a Rusia a  la Duma Estatal (Cámara Baja) y el Consejo de Federación (Cámara Alta) para su ratificación. El 4 de octubre se reunirán las cámaras para continuar el proceso de adhesión. Frente a una concentración de alrededor de 10 mil manifestantes en Rusia que festejaban la adhesión de los nuevos territorios, Putin emitió un encendido discurso que valoró la identidad histórica de Rusia y denunció el doble estándar de Estados Unidos y su “pretensión unipolar de tratar a todas las naciones como sus vasallos”.

Mientras tanto, la Unión Europea repudió la anexión con un nuevo paquete de sanciones en contra de Rusia, que según afirman, privará al país de 7.000 millones de euros adicionales en ingresos.

Por otro lado, durante la semana se detectaron cuatro fugas en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, en las zonas económicas danesa y sueca, generando la definitiva inutilización de los mismos por un largo tiempo. Por lo que se prevé los hechos están vinculados a un sabotaje relacionado con la guerra en Ucrania, generando una pérdida de alrededor de 350.000 toneladas de gas natural-metano que contienen los ductos. La investigación de los hechos para intentar determinar los responsables podrá iniciarse una vez que terminen de liberar todo el gas. 

Mientras tanto surgen todo tipo de acusaciones cruzadas sobre los responsables del hecho. Rusia afirma que el principal interesado en cortar el intercambio de energía con Europa fue y es Estados Unidos, que realizó un lobby para impedir el funcionamiento del Nord Stream 2. Además denunció que recientemente fue la OTAN quien realizó ejercicios militares por el báltico. Desde occidente responden que puede haber sido Rusia quien saboteó los gasoductos para generar más pánico en Europa ante la inminente llegada del invierno y como forma de amenaza a la infraestructura de los gasoductos noruegos y del mediterráneo. Sea como sea, este hecho le agrega más tensión a la ya compleja situación que vive Europa como efecto del conflicto bélico en Ucrania.

Lula ganó la elección por 5 puntos sobre Bolsonaro de cara a la segunda vuelta para la presidencial.

En una elección crucial para América Latina, Luis Ignacio Lula Da Silva aventajó por más de 5 puntos a Jair Bolsonaro en las presidenciales que tendrán su segunda vuelta el 30 de octubre.  De acuerdo con el conteo del Tribunal Superior electoral, con el 99,99% de las mesas escrutadas, Lula Da Silva obtuvo el 48,43% de los votos 57.2552.064 votos frente al 43,20% de Jair Bolsonaro 51.070.935 votos, pasando a la segunda vuelta del 30 de octubre. En tercer lugar Simone Tebet obtuvo el 4,16% y 4.915.261 votos y Ciro Gomes el 3,04 % y 3.599.188 votos. La participacón fue del 79,1 por ciento del padrón, similar a la de las últimas elecciones presidenciales. El histórico exmandatario quedó apenas a 1,6 puntos porcentuales de ganar en primera vuelta lo que lo deja con importantes posibilidades para ganar el 30 de octubre. Sin embargo, según los sondeos previos, Bolsonaro dio una sorpresa al alcanzar una cifra no prevista del 43,2% adelantando una virtual “segunda vuelta en el primer turno”. De esta manera, la polarización le permitió al Centrao (Partido Liberal de Bolsonaro mas el Partido Progresista de Ciro Nogueira) obtener el mayor bloque de diputados en la cámara baja. De la misma manera se conformará una composición heterogénea dentro del Senado en el que las elites regionales y estaduales mantienen un peso importante más allá del voto popular.

En ese contexto se dará la campaña en segunda vuelta que anuncia una dura contienda en la que por un lado Lula ratifica su liderazgo con importantes chances de obtener la victoria luego del lawfare y la proscripción. Sin embargo, el resultado de Bolsonaro demostró que hay una importante base social y política que opta por las derechas autoritarias en Brasil, que no son marginales ni deben subestimarse. Además, el actual presidente  cuenta con el aparato del Estado para profundizar el prebendalismo o para boicotear la segunda vuelta, promoviendo un clima de violencia política como el que ya se ha evidenciado y con el peligro institucional de no reconocer una eventual derrota.

Pero a diferencia del contexto europeo, en el que las derechas conservadoras y autoritarias vienen creciendo mientras que se diluyen los partidos y liderazgos tradicionales en el marco de una creciente “insatisfacción democrática”, en Brasil y América Latina son los liderazgos como Lula, CFK y las referencias de los gobiernos posneoliberales de inicios del siglo XXI los que concentran las expectativas de retomar una senda de crecimiento con inclusión popular. En este aspecto, la coalición política y electoral que constituyó Lula tendrá que redoblar el esfuerzo de movilizar al electorado en diversas regiones del país en las que los candidatos locales no lograron los resultados esperados para fortalecer su propuesta frente a la campaña negativa y los discursos de odio que promueve la derecha, alentando el descontento y la división social.

De esta forma se auguran 4 semanas intensas de cara a la segunda vuelta del 30 de octubre en la que además de la definición presidencial se juega la de varios gobernadores estaduales. En la semana será crucial también el posicionamiento que adopte Simone Tebet y Ciro Gomes (tercera y cuarto candidato más votado respectivamente) acerca de la preferencia que tomarán respecto a la segunda vuelta.

La OCDE pronostica una desaceleración del crecimiento y la persistencia de una alta inflación.

Durante la semana se publicó el nuevo informe de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) “Perspectivas Económicas: Pagando el precio de la guerra” advirtiendo que el PIB mundial se estancó en el segundo trimestre de 2022 y que la producción disminuyó en las economías del G20. De esta manera los indicadores económicos han empeorado con respecto a las previsiones a raíz del impacto de la guerra en Ucrania. De esta manera el informe proyecta un crecimiento global de un modesto 3% este año, antes de desacelerarse aún más a solo 2.2% en 2023. Pero además, la inflación se mantendrá alta debido a los mayores costos de energía, transporte y mano de obra, alcanzando niveles similares a los de la década de 1980. Se prevé que la inflación general disminuya del 8,2% este año al 6,6% en 2023 en las economías del G20, y caiga del 6,2% este año al 4% en 2023 en las economías avanzadas del G20.

El secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, planteó cuatro principales conclusiones durante la presentación de las Perspectivas. Ellas son: 1. La economía mundial se está desacelerando más de lo previsto, 2. La inflación se ha generalizado, 3. La inflación disminuirá pero se mantendrá en niveles altos, 4. La reducción de la demanda y la diversificación de la oferta son necesarias para evitar la escasez de energía.

En cuanto al primer punto, la desaceleración del crecimiento corresponde al  endurecimiento generalizado de la política monetaria que los estados están llevando a cabo para frenar la inflación.

Sin embargo, los niveles inflacionarios persisten ya que el alto costo de los alimentos y la energía se transfieren al conjunto de las cadenas logísticas de todos los productos y a la necesidad de mayores salarios para solventar el costo de vida.

En cuanto al tercer punto, se estima que la inflación disminuirá en el cuarto trimestre y a lo largo de 2023 en la mayoría de los países del G20. Pero sin embargo persistirá en niveles relativamente altos. El informe destaca que las tasas de inflación muy altas en Turquía y Argentina continúen en 2023, aunque algo más bajas que en 2022.

Por último, el informe teme que las reducciones en los suministros de energía de Rusia a la Unión Europea resulten mucho más disruptivas de lo que se supone en las proyecciones. En ese aspecto advierte serios problemas si los suministros adicionales no rusos de fuera de la Unión Europea no se materializan como se espera, o si la demanda de gas es mayor debido a un invierno frío.

Volatilidad en los mercados del Reino Unido mientras Meloni se prepara para formar gabinete en Italia.

Al complejo contexto económico que vive Europa, en el Reino Unido se le suma la reacción de los mercados financieros que durante la semana se vieron convulsionados a partir de los temores que generó el “minipresupuesto” anunciado por la Primera Ministra Liz Truss. El mismo implica el mayor recorte de impuestos de los últimos 50 años. La propuesta fue percibida por los inversores como inviable, ya que basa su financiamiento en un aumento del endeudamiento público, que elevó el costo de deuda y propició la caída más baja de la libra en su historia, alcanzando un mínimo de 1,03 dólares. Esta corrida obligó al Banco de Inglaterra a comprar 65.000 millones de libras esterlinas de deuda para calmar los mercados y estabilizar la moneda en alrededor de un 1,08 dólares.

De todas formas se teme que esa caída de la libra frente al dólar y el euro empuje a un aumento de la inflación a partir de los productos importados. Pero además, el peligro de un mayor endeudamiento está dado por el aumento de las tasas de interés, que subieron siete veces seguidas desde diciembre, alcanzando la tasa más alta en 14 años. Según predicciones de los mercados financieros, esa tendencia continuaría en alza duplicándose en el invierno hasta alcanzar al 5,8%. En ese contexto se retiraron del mercado alrededor del 41% de los créditos hipotecarios a la espera de aumentar las tasas de retorno de los préstamos. Esto también presiona a los propietarios a un aumento de los alquileres engrosando la bola de nieve inflacionaria.

En este contexto la primera ministra ha recibido críticas de los laboristas británicos, quienes habían advertido que la quita de impuestos y el financiamiento vía deuda agitaría los mercados financieros y provocaría una mayor inflación, algo que también le remarcó el conservador Rishi Sunak en la interna de su partido. Truss también debe sortear la huelga de los portuarios de Felixstowe y Liverpool, que rechazaron una propuesta de recomposición salarial del 7% por considerarla insuficiente frente a la inflación anualizada del 9,9%. El sindicato retomo las medidas de fuerza luego del duelo por el deceso de la reina Isabel y el conflicto amenaza con extenderse bloqueando la cadena de suministros.

Mientras tanto en Italia, luego de la elección del domingo 25, Giorgia Meloni se consagró como la candidata más votada y principal aspirante a convertirse en la Primera Ministra del país.

La alianza conservadora conformada por Hermanos de Italia, La Liga y Forza Italia obtuvo 237 de los 400 escaños de la Cámara y 115 de las 200 bancas del Senado.

En segundo lugar se ubicó la centroizquierda con el Partido Democrático (PD), que, con cerca del 19% de los votos, permanece como la segunda fuerza a nivel singular y el principal partido de oposición. Así la coalición de izquierda obtuvo 85 bancas en diputados y 44 en senadores.

La participación al cerrar los comicios fue del 63,95%, un descenso de 9 punto en comparación con la elección del 2018, y es la más baja de la historia.

La elección marcó un claro avance en el apoyo a fuerzas de la derecha para encarar el descontento social frente a los desafíos que planteó la pandemia y la guerra en Ucrania, que ha generado una fuerte inflación marcada por el precio de la energía y los alimentos. En ese marco, las demandas sociales cobraron mayor peso por sobre las políticas de reconocimiento y de ampliación de derechos que representan las banderas del progresismo y el centro izquierda.

Desde la Unión Europea temen que la tercera economía del bloque adopte posturas conservadoras como las de Hungría o Polonia, que ponga en peligro sus valores fundamentales. Pero el poder en Italia está balanceado por el presidente elegido indirectamente, actualmente Sergio Mattarella (quien puede vetar su gabinete de ministros) y la recién elegida presidenta del Tribunal Constitucional italiano, Silvana Sciarra (que puede declarar inconstitucional algunas medidas del ejecutivo).

De esta manera se prevé que Meloni no se meta con derechos como el aborto o las uniones civiles de parejas del mismo sexo, pero sí con el endurecimiento de las leyes frente a la inmigración ilegal o la baja de impuestos. Sin embargo en ese aspecto también estará condicionada por el denominado Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia (PNRR) proveniente de Bruselas, que implica unos 200.000 millones de Euros para afrontar las consecuencias de la pandemia y de la guerra en Ucrania. Estos fondos son necesarios en un país que mantiene una deuda pública de 2,7 billones de dólares, representando más del 150% del Producto Interno Bruto. La habilitación de esos fondos le genera ciertos condicionamientos para que Italia no se aparte de la línea Europea y atlantista, que además es aceptada por el 71% de la población. El otro escollo fuerte a enfrentar es la inflación, que a fines de agosto tocó el pico más alto en 37 años, un 8,4% interanual. Estos serán los desafíos del nuevo gabinete que Meloni tendrá que formar en el transcurso de las próximas semanas.

Cuba voto un nuevo código de familias y en Perú, se llevaron a cabo elecciones regionales.

En Cuba se acaba de plebiscitar un nuevo Código de las Familias que legaliza el matrimonio y las adopciones igualitarias y la subrogación de vientres, que fue aprobado por la Asamblea Nacional en julio para sustituir la legislación de 1975. Luego de una campaña a favor del gobierno de la isla, el 66,87% aprobó la propuesta, 3.936.790 de votos; frente al 33,13% que manifestó su rechazo,  1.950.090 de votantes. La participación fue de un 74,01% del padrón y si bien fue menor a la registrada en 2019 para aprobar la nueva constitución, se mantuvo en un alto nivel. De esta manera Cuba se suma a las políticas de promoción de derechos en la materia, donde dentro de América Latina, el matrimonio igualitario ya es legal en la Argentina, Uruguay, Brasil, Colombia, Ecuador, Costa Rica, Chile y en varios estados mexicanos.

En este caso, fue la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba quien jugó en contra de la medida que denominó como “ideología de género”, siendo la primera vez que el gobierno cubano obtiene un porcentaje significativo de rechazo en medidas que impulsa. De esta manera Cuba da un giro histórico en la posición frente a la homosexualidad que fue prohibida durante las décadas de 1960 y 1970, y cuya discriminación fue derogada por la Constitución de 2019. Los argumentos a favor de la nueva normativa se posicionan en el marco de una ampliación de derechos que no va en contra de ningún sector ni restringe libertades ya consagradas, sino que habilita más formas de convivencia, amor y respeto mutuo, tal como lo indica el nuevo código.

Mientras tanto, en Perú se desarrollaron las elecciones regionales y municipales en las que alrededor de 25 millones de peruanos eligieron a los gobernadores de los 25 departamentos y los alcaldes de las 196 provincias del país. Dichas elecciones se dan en un marco de desgaste político entre el Gobierno nacional y la oposición que controla el parlamento, con el debilitamiento de los partidos políticos y recurrentes escándalos de corrupción y baja participación ciudadana.

La principal elección es la del alcalde de Lima, ya que la capital del país alberga a 10 millones de habitantes de los 32 que tiene el país. En dicha región metropolitana, los conteos de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) luego de escrutadas el 99.48% de las mesas dan por vencedor con escaso margen al empresario integrante del opus dei Rafael López Aliaga (Renovación Popular) con 26,29% de votos válidos, mientras que el militar Daniel Urresti (Podemos Perú) registra un 25,36% de votos válidos. En tercer lugar se encuentra el ex futbolista George Forsyth de Somos Perú, con el 18,93 %. Estos 3 candidatos de la capital peruana mantienen un discurso conservador que contrasta con el liderazgo del presidente Pedro Castillo cuyas bases para llegar al gobierno se encontraron en las provincias del interior profundo del país. De esta manera, las fuerzas populares y progresistas continúan presentando grandes dificultades de obtener buenos resultados en la capital limeña, extendiendo las recurrentes crisis políticas que vive el país a causa de la fragmentación partidaria y la baja participación ciudadana. Mientras tanto, los resultados en las diversas regiones se contabilizan de manera lenta y aún no hay datos determinantes en la mayoría de los distritos del país.