Por Federico Montero y Pablo Macia
Este domingo 24 se desarrollará la segunda vuelta presidencial en Francia entre el actual Presidente Emmanuel Macron y Marine Le Pen, en un contexto en el que sólo un 69% de los franceses dice estar seguro de ir a votar. Las proyecciones de votos según la encuestadora IPSOS dan 54% para Macron y 46 % a Le Pen, un resultado mucho más ajustado que el 66% que sacó el actual mandatario hace 5 años. A pesar que todo el espectro político – salvo el ultraderechista Éric Zemmour – llamó a votar al actual presidente, en esta oportunidad, Macron cuenta con el desgaste de una gestión atravesada por la pandemia, la crisis económica y la guerra en Ucrania. Las políticas de corte neoliberal que impulsa Macron ha debilitado sus bases y los votantes de izquierda se vienen decantando por el abstencionismo. Además, según encuestas de opinión, Le Pen está considerada como la que mejor comprende los problemas de la gente, aunque continúa teniendo una imagen autoritaria y conservadora. El resultado final de este domingo perfilará también las candidaturas para la campaña de las legislativas de junio, que definirán con qué mayoría parlamentaria gobernará el ganador, algo incierto en un tablero político en recomposición tanto en el país como en el conjunto de Europa y el mundo a partir de la guerra en Ucrania.
A dos meses del inicio del conflicto en Ucrania, se ha revelado que el Kremlin busca concentrar sus fuerzas en todo el territorio del sur del país y el Donbass. Según el alto mando militar, Rustam Minnekayev, esta región estratégica le permitiría a Rusia controlar todo el corredor ribereño lindante con el Mar Negro hasta la península de Crimea, en la influyente zona por donde se desarrolla el tráfico de un nutrido comercio de productos agrícolas y metalúrgicos. La virtual toma esta semana de la ciudad de Mariupol, a pesar de la resistencia de soldados ucranianos atrincherados en el complejo industrial de la acería de Azovstal, confirma la intención de Rusia de implementar dicha estrategia en la región.
El control de este sector brindaría mejores perspectivas para los separatistas pro rusos de Transnistria, perteneciente a Moldavia en la zona fronteriza del suroeste de Ucrania. El otro foco de conflicto es la región minera del Donbass, donde Ucrania combate con separatistas prorrusos desde 2015 luego de incumplir con lo que se había comprometido en los acuerdos de paz firmados en Minsk, como permitir la enseñanza escolar del idioma ruso y la elección de autoridades regionales, entre otros puntos.
De esta forma se continúan revelando las implicancias geopolíticas y económicas del conflicto atravesado por un manto de incertidumbre en cuanto a su desenlace en el tiempo. Lo único evidente al momento es que la Unión Europea ha quedado entrampada en la tradicional estrategia geopolítica de Estados Unidos, que plantea la contención sobre Rusia para impedir su articulación con Europa y el desarrollo de un heartland euroasiático que diluya la influencia de la potencia norteamericana en la región. Así, el conflicto militar en Ucrania, como ejemplo, quebró la articulación entre Rusia y Alemania con la provisión de gas desde el recientemente terminado gasoducto Nord Stream 2.
Como en todas las demás guerras desarrolladas en Europa, los grandes perdedores son los países donde se juega el conflicto bélico y las regiones de influencia, perjudicadas en este caso por la falta de provisión o el encarecimiento de hidrocarburos, alimentos y minerales provenientes de Rusia y Ucrania. Al respecto, el alto funcionario del FMI, Alfred Kammer, afirmó que Europa solo podría sobrevivir seis meses sin el gas ruso, marcando las duras consecuencias de la prolongación de la guerra.
Pero la estrategia de Estados Unidos que impulsa en la OTAN y en los demás organismos multilaterales de gobernanza no parece estar orientada a una resolución rápida del conflicto, teniendo en cuenta las sanciones económicas a Rusia, la provisión de armamentos para Ucrania, y la tensión generada en Europa para confrontar a Rusia y alinearse con la OTAN.
Por el lado de Rusia, tampoco parece demostrar apuro en el desarrollo de los objetivos de seguridad nacional que se ha propuesto, más aun teniendo en cuenta el alto índice de aprobación del 80% entre los rusos que adquirió el Presidente Vladimir Putin a partir del 24 de febrero, con el inicio del conflicto en Ucrania. Por otro lado, tampoco se logró consenso para la propuesta de expulsar a Rusia del G20 impulsada por Estados Unidos, que Argentina y Brasil rechazaron, entre otros países. Además, China exigió también a la potencia norteamericana que no use la guerra en Ucrania para difamarla por su negativa a aplicar sanciones a Rusia.
De esta forma, el dramatismo de la guerra se juega en la población civil de Ucrania, en la que continúan las acusaciones cruzadas sobre las bajas civiles y el impedimento de la apertura de corredores humanitarios. Frente a las negociaciones diplomáticas estancadas, el dato de relevancia será la gira del secretario general de la ONU a Rusia y Ucrania la semana entrante, donde en primer lugar se reunirá con el presidente y la diplomacia rusa en Moscú y dos días después con los pares ucranianos en Kiev.
Otro foco de tensión en ascenso viene creciendo en Jerusalén, en el contexto del mes sagrado musulmán del ramadán, donde desde hace una semana se producen enfrentamientos entre palestinos y las fuerzas israelíes en la Explanada de las Mezquitas, la parte palestina ocupada por Israel. La presencia en la Explanada de israelíes durante el ramadán, a los que se les permite visitar el lugar a determinadas horas, y el despliegue de fuerzas policiales fueron percibidos por los palestinos y varios países de la región como un gesto “provocador”. El conflicto radica en que el recinto, donde se encuentra la mezquita Al Aqsa y la Cúpula de la Roca, es el tercer lugar santo del islam y el más sagrado del judaísmo bajo su nombre de Monte del Templo. Durante la última semana, que coincide con el fin de la celebración de Pésaj, la Pascua judía, más de 200 personas, mayoritariamente palestinos, resultaron heridos en el interior y los alrededores de la Explanada de las Mezquitas. Por su parte, sectores de Hamas respondieron arrojando 3 cohetes hacia Israel, que determinó el cierre este domingo el único paso con la Franja de Gaza a comerciantes y trabajadores aunque aclaró que continuará preservando el ‘statu quo’ en el Monte del Templo”. El bloqueo en la Franja de Gaza genera una tasa de pobreza de alrededor del 60% y un desempleo endémico de alrededor del 50% agudizando la situación de la zona.
Con respecto a América Latina un tema de relevancia fue la discusión parlamentaria en Mexico sobre los recursos energéticos del país. En ese aspecto, la Cámara Alta aprobó este martes, con 87 votos a favor y 20 en contra la reforma a la Ley Minera que establece que el litio es patrimonio de la Nación y lo declara de utilidad pública, por lo que cesarán las concesiones, licencias, contratos, permisos, asignaciones o autorizaciones para su exploración y explotación, que quedará reservada al Estado. Este proyecto de ley había sido votado por diputados el día lunes, en una sesión que también dejó un sabor amargo para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, ya que con 275 votos a favor y 223 en contra no se alcanzó con los dos tercios para la reforma constitucional del sector eléctrico, que planteaba delimitar la liberalización del mercado, para revertir la “desaparición de las empresas energéticas del Estado”. Con la reforma el gobierno de MORENA pretendía controlar al menos el 54% del sector energético para orientarlo hacia el beneficio de los pequeños consumidores en vez volcarse a la ganancia de las empresas privadas nacionales y extranjeras.
Pero en cuanto a reforma constitucional, finalmente en Perú, el Presidente Pedro Castillo anunció una propuesta de consulta popular para sustituir la Constitución fujimorista de 1993. Así el Gobierno impulsará en el Congreso un proyecto para que el 2 octubre, en coincidencia con las elecciones regionales y municipales, se convoque a una Asamblea Constituyente que elabore una nueva carta magna., una propuesta de campaña de las más sentidas por sus votantes.
En lo referente a las campañas electorales en la región, en Colombia continúa en punta el candidato Gustavo Petro del Pacto Histórico como favorito para la segunda vuelta presidencial con el 51,7 % de intención de votos frente a un 32,6% del candidato Federico “Fico” Gutierrez, según una encuesta de la CELAG, que además indica una imagen negativa del actual presidente Ivan Duque del 82%. De esta forma queda claro que la sociedad colombiana viene reclamando un cambio de timón. Sin embargo el dato central de la semana fue el pedido público de Petro para que Piedad Córdoba abandone la campaña presidencial del Pacto Histórico hasta que aclare denuncias judiciales en su contra. De esta forma el candidato presidencial se desligó de los rumores que vinculan a la dirigente con ex integrantes de las FARC, bajando así el perfil de izquierda con el que la derecha intenta ligarlo, asociándolo a posiciones cercanas a Cuba y Venezuela.
Mientras tanto, en Brasil, Luiz Inácio Lula da SIlva, quien el 7 de mayo lanzará su candidatura presidencial para los comicios de octubre, envió a un emisario a hablar con las FFAA para preguntar si la cúpula castrense, alineada con el mandatario Jair Bolsonaro, aceptará el resultado si él gana las elecciones. De esta forma el líder del PT quiere comprometer a las fuerzas armadas a que acepten el resultado de una posible victoria de su candidatura, sobre todo luego que prometiera eliminar cargos ejecutivos en el Estado de más de 8.000 militares que cobran salario duplicado y que fueron colocados en sus puestos por Bolsonaro, si llega nuevamente al gobierno. Cabe destacar que las previsiones de Lula se dan en un país en el que no fueron condenados los crímenes de lesa humanidad de la dictadura que azotó el país desde 1964 a 1985 y que aún hoy persisten militares que reivindican esa época. En ese aspecto, el fuerte apoyo popular de Lula es una de las principales garantías para condicionar a esos sectores a que respeten la legalidad democrática.
En cuanto a la Argentina, el país continúa intentando potenciar su entramado productivo con mayor valor agregado y productividad generando las condiciones para una mayor justicia social. Al respecto las estadísticas marcan que las exportaciones establecieron un nuevo récord histórico en marzo y que la balanza comercial del primer trimestre acumuló $ 1.394 millones de dólares, creciendo un 28,5% respecto a marzo de 2021. Los principales destinos durante el primer trimestre fueron Brasil (12,7%); Estados Unidos (7,5%); Chile (6,6%); China (6,5%) y Países Bajos (5,5%).
Por último, en la semana, el Presidente Alberto Fernández recibió a su par de Ecuador Guillermo Lasso y se comprometieron a desarrollar un “programa de fraternidad en América Latina y el Caribe” a través de la CELAC, de la que Fernández es presidente pro tempore, con el fin de restablecer lazos de integración entre los países de América Latina. En ese aspecto, el Presidente anunció su voluntad para el restablecimiento del lazo diplomático con Venezuela y convocó a todos los países de América Latina y el Caribe a seguir esa senda.