Por Rogério Tomaz Jr.
Si la primera semana de testimonios de la comisión parlamentaria de investigación (CPI) que trata de posibles delitos de gobierno brasileño en la pandemia ya hubiera sido bastante dura para Jair Bolsonaro, la segunda fue aún más complicada y puso a su familia directamente en la mira de los senadores, quienes podrán convocar a su hijo Carlos para declarar.
El miércoles 12, el exsecretario de Comunicación Social del gobierno, Fábio Wajngarten, fue descubierto mintiendo varias veces durante su testimonio e incluso tuvo la detención solicitada por el relator del CPI, Renan Calheiros (MDB), y por otros senadores.
Wajngarten solo no fue a “ver el amanecer cuadrado”, como se dice en Brasil, porque el presidente de la comisión, Omar Aziz (PSD), temía que esto pudiera implosionar el trabajo de un organismo que recién inició su misión. A pesar de la complacencia casi cristiana, Aziz dijo que el ex asistente de Bolsonaro había perdido la credibilidad y el legado que construyó como profesional.
El publicitario, considerado por el gobierno como un “cable pelado” totalmente imprevisible en la CPI, intentó a toda costa proteger a Bolsonaro, pero fracasó. Todo lo contrario, Wajngarten confirmó a la CPI un hecho que la prensa había revelado, pero que el gobierno venía negando: Pfizer ofreció 70 millones de dosis de la vacuna contra el coronavirus en agosto y el gobierno lo ignoró, dejando a la empresa sin respuesta durante meses.
Pfizer
En la sesión del día siguiente, el CEO de Pfizer en América Latina, el chileno Carlos Murillo, presentó a los senadores todos los detalles – incluidas cartas y conversaciones telefónicas con Jair Bolsonaro y Paulo Guedes – de la larga negociación con las autoridades brasileñas, que comenzó en mayo, pero el gobierno solo comenzó a tomarlo en serio en noviembre.
Murillo reveló que hizo seis ofertas formales al gobierno de Bolsonaro: tres por una compra de 70 millones de dosis y las otras tres por una compra de 30 millones de dosis. Después de ser ignorada por el gobierno, la gigante multinacional envió una carta reclamando apuro en la respuesta.
“La posible vacuna de Pfizer de Biotec es una opción muy prometedora para ayudar a su gobierno a mitigar esta pandemia. Quiero hacer todos los esfuerzos posibles para asegurar que las dosis de nuestra futura vacuna estén reservadas para la población brasileña. Sin embargo, la rapidez es crucial debido a la alta demanda de otros países y al número limitado de dosis”
Decía la carta, leída en la CPI por el senador Randolfe Rodrigues (Rede) aún en el testimonio de Wajngarten.
Para los senadores, la negligencia de Bolsonaro está más que probada y el desafío es mostrar cómo esto constituyó un crimen contra la salud pública o incluso contra la humanidad, ya que miles de muertes se habrían evitado si el gobierno hubiera actuado con mayor celeridad y responsabilidad.
Cuestionado por Calheiros, el funcionario de la farmacéutica también refutó al exministro de Salud, general Eduardo Pazuello, quien había informado al Senado, en audiencia pública en febrero, que Pfizer había ofrecido a Brasil solo 6 millones de dosis, cuando la oferta real era de 70 millones de unidades. Mira el video:
Pazuello foi desmentido pelo gerente da Pfizer na CPI da Covid.
— Deputado Alencar (@AlencarBraga13) May 13, 2021
O ex-ministro da Saúde de Bolsonaro disse que a empresa ofereceu apenas 6 milhões de doses da vacina contra o coronavírus ao Brasil, quando a oferta verdadeira foi de 70 milhões de unidades. pic.twitter.com/1vx9m4GdMN
Pazuello, finalmente, asistirá a la CPI el martes 19. El general declararía el 5 de mayo, pero afirmó haber tenido contacto con una persona que dio positivo por Covid y pidió que se pospusiera su interrogatorio.
Temeroso de lo que podría enfrentar, el general solicitó y obtuvo de la Corte Suprema un hábeas corpus preventivo para evitar su detención si opta por quedarse en silencio na la CPI. El pedido fue considerado una muestra de cobardía y debilidad no solo de Pazuello, sino del propio gobierno.
Familia
El ejecutivo de Pfizer confirmó que Carlos Bolsonaro, el segundo hijo de Jair, participó en una de las reuniones de la empresa con representantes del gobierno en el Palacio de Planalto. Los parlamentarios de la oposición se mostraron sorprendidos por la presencia del concejal de Río de Janeiro, quien no tiene ningún conocimiento o función específica que justifique su participación en tal encuentro.
Al final de la sesión, el senador Alessandro Vieira (Ciudadanía) presentó una solicitud para que “Carluxo” sea citado a declarar ante el CPI. La convocatoria se analizará esta semana.
Durante el testimonio de Wajngarten, el hermano mayor de Carlos, Flávio Bolsonaro, quien es senador pero no miembro de la comisión, compareció en la sesión para agredir a Renan Calheiros, a quien llamó “vagabundo”.
La actitud fue considerada un desastre para los senadores oficialistas en la CPI, quienes ya tienen dificultades para defender al gobierno y aún tuvieron que soportar el comportamiento indecoroso del hijo del presidente. Mira el video:
Flavio Bolsonaro chamou Renan Calheiros de "vagabundo", e finalizou com um "se foder". vazou na Globonews e eu consegui capturar no YouTube.
— marcogomes (@marcogomes) May 12, 2021
fonte: https://t.co/WBk4yl125L pic.twitter.com/SpZP4X5IOD
La situación se complica cada vez más para Bolsonaro en la CPI, mientras Lula aumenta su liderazgo en las encuestas. En la más reciente, difundida por el tradicional Datafolha minutos después del testimonio del CEO de Pfizer, el ex presidente aparece con un 41% contra el 23% de Bolsonaro en la primera vuelta (o el 46,6% contra el 26,1% excluyendo las respuestas “blanco”, “nulo” o “no sé”) y 55% contra 32% (o 63,2% contra 36,8% descartando las respuestas “blanco”, “nulo” o “no sé”) en el balotaje.
Este columnista vuelve a afirmar que cree en una victoria de Lula ya en la primera vuelta de las elecciones de octubre de 2022.