Conexión Brasil | Fracaso de Bolsonaro en la ONU y espectros del nazismo en la medicina privada

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Por Rogério Tomaz Jr.¹

El principal chiste que circuló en las redes sociales de Brasil la semana pasada hace una comparación entre Jair Bolsonaro y una rata: come en la calle, entra por la puerta trasera y transmite enfermedades. A partir de esta broma, uno puede hacerse una idea de lo mala que fue la semana del presidente brasileño, quien pronunció un predecible discurso en la Asamblea General de la ONU, sin nada nuevo más allá de la cartilla tradicional de extrema derecha: mentiras y teorías de conspiración para alimentar la base fanática.

Bolsonaro usó la tribuna de Naciones Unidas para reproducir una mentira que provocó la muerte de miles de personas en Brasil y podría llevarlo a la Corte de La Haya: medicamentos como la hidroxicloroquina y otros son efectivos en el tratamiento de pacientes infectados por Covid-19.

La repercusión fue vergonzosa y atesta el fracaso de Bolsonaro al intentar recuperar su imagen con un evento de visibilidad internacional.

Espectros del nazismo en la medicina privada

Hablando de La Haya y crímenes contra la humanidad, la comisión parlamentaria de investigación sobre el Covid del Senado expuso un caso que fue comparado en las redes sociales y en la prensa con los experimentos nazis con seres humanos durante la Guerra. Más: el ex director de Prevent Senior que declaró ante la CPI usaba el lema de las SS nazis para motivar a los empleados.

Prevent Senior, empresa de medicina privada dirigida a personas mayores, fue denunciada por una docena de médicos que trabajaban para ella y se vieron obligados a prescribir el “kit Covid”, con cloroquina, ivermectina, azitromicina y otros fármacos, a todos los pacientes que buscaran la empresa con cualquier síntoma parecido al coronavirus.

La empresa, cuyo dueño es partidario del gobierno de Bolsonaro y muy cercano al diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, prescribió y envió el “kit Covid” a sus clientes incluso antes de recibir test positivo para la enfermedad. En muchos casos, los pacientes que ingresaron en la UCI recibieron la medicación sin saberlo.

Los médicos que denunciaron a la compañía dijeron que el protocolo impuesto por Prevent Senior era en realidad un experimento que la compañía tenía con pacientes, a menudo sin el conocimiento o consentimiento de ellos o de sus familias.

Incluso al inicio de la pandemia, el senador Flávio, otro hijo de Jair, defendió enfáticamente la “investigación” de Prevent Senior en su Twitter. Flávio eliminó la publicación en cuanto el caso fue revelado por la prensa y analizado por el CPI.

A partir de la revelación de la experiencia de Prevent Senior, se están investigando otras empresas de medicina privada, como Unimed, gigante del sector en el país.

Además de las vivencias, Prevent Senior fue denunciado por haber defraudado el certificado de defunción de varios pacientes, para ocultar el coronavirus como causa de la muerte. Anthony Wong, médico y profesor de la Universidad de São Paulo (USP), y Regina Hang, madre de Luciano Hang, el más fiel partidario de Bolsonaro entre los grandes empresarios brasileños, son dos casos notorios de este crimen.

Luciano Hang es la prueba viviente de que los capitalistas pueden vender incluso a la madre para proteger sus intereses.

Bolsonaro sincero

En una sincera entrevista con la revista Veja, Jair Bolsonaro decepcionó a su audiencia al confesar que “la posibilidad de un golpe de Estado es nula”.

La sinceridad de Bolsonaro, sin embargo, es opuesta a la que expresó Cristina Fernández de Kirchner en su carta pública tras la derrota en las primarias del 12 de septiembre: mientras la vicepresidenta argentina demuestra el coraje de hacer pública la autocrítica y cobrar un “relanzamiento” del gobierno, la del presidente brasileño revela toda su cobardía, apoyada en mentiras para engañar especialmente a su público más fanático.

En la precisa definición del periodista Moisés Mendes, “Bolsonaro aplicó un golpe al bolsonarismo”. En el análisis de Mendes, Bolsonaro “habla del golpe porque sabe que no hay forma de aplicar el golpe. El golpe es una disimulación enterrada por las reacciones del Supremo e incluso de la derecha (Congreso y empresarios)”.

También según el periodista, la estrategia de Bolsonaro es “hacer creer a la gente que aún puede aplicar el golpe”, pero no puede. “Bolsonaro sobrevive de su papel de fanfarrón. El hombre que había sido cobarde desde la carta pidiendo tregua a Alexandre de Moraes no aguantaría un golpe durante una semana”.


¹ Periodista brasileño, residente en Argentina, cursando la Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza. Trabajó durante 11 años en la Cámara de Diputados de Brasil.