Por Ariadna Dacil Lanza
El Partido de los Trabajadores (PT) en Brasil confirmó hoy una alianza de nuevo tipo con el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y el Partido Verde (PV) y que lleva el nombre de Federación de la Esperanza (FE Brasil). Se trata de una federación electoral y de gobierno, un mecanismo habilitado por el Congreso Nacional el año pasado, que tal como revisamos en una de las ediciones anteriores de Conexión Brasil, tiene características específicas y buscaba desincentivar la conformación de coligaçãoes que de por sí son más efímeras ya que no están obligadas a mantenerse unidas más allá de la instancia electoral.
Se trata de un pacto de, al menos, cuatro años y que implica que los partidos que la integran deben funcionar unidos a nivel Ejecutivo y también Legislativo, donde operarán como un bloque unificado. Además, la federación le permitirá a los tres espacios ser la plataforma desde donde avanzar en otro tipo de coaliciones (que podrán ser coligaçãoes) con otros partidos, como por ejemplo con el Partido Socialista Brasileño (PSB), al que se inscribió el exgobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, y que el pasado 14 de abril fue confirmado -pese a que ya era vox populi– como compañero de fórmula de Lula en las presidenciales de octubre próximo.
“Con la Federación de la Esperanza, PT, PCdoB y PV, junto a los socios del PSB, PSOL y Rede, derrotarán al criminal Bolsonaro y demostrarán que otro Brasil justo y humano es posible con Lula”, dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffman, quien además ahora ocupará la misma función en la federación. Luego agregó: “Fuerzas progresistas y democráticas unidas para hacer bancadas fuertes y reconstruir el país”.
El PT además publicó un comunicado donde aseguró que “este 18 de abril es un hito histórico en la vida política brasileña” porque “nace la Federación Brasil de la Esperanza” que se define como una “nueva herramienta” que busca ir “innovando y renovando la forma de hacer política”. El texto insiste en la idea de la “unidad y la convergencia” y asegura que es una “expresión de la necesidad y el anhelo de la unión e fuerzas populares, democráticas y progresistas para, junto a una amplia alianza, restaurar la democracia, promover la reconstrucción y la transformación de Brasil y garantizar una vida digna para el pueblo brasileño”. La carta está firmada por Hoffmann, la presidenta del PCdoB, Luciana Santos, y el titular del Partido Verde, José Luiz Penna.
Por su parte, el PSdoB publicó un mensaje en su cuenta de Twitter donde exclamó “¡Audacia, Alegría y Esperanza!” y agregó una declaración con el anuncio de la candidatura de su presidenta y vicegobernadora del estado de Pernambuco, Luciana Santos: “Llegó el momento de unir fuerzas e ideas. De ir juntos a reconstruir este Brasil. Pongo mi nombre a disposición del Frente Popular, como precandidato a un escaño en el Senado”. El mensaje estaba acompañado de una imagen de Lula levantándole el brazo a Santos como bendiciendo la postulación.
Al igual que Hoffman, quien hizo hincapié en su mensaje en la necesidad de una bancada fuerte, los analistas llaman la atención en general no solamente a la victoria de la elección sino tanto o más sobre el día después y el rol del Congreso. Esto se debe a que el caso brasileño es definido como un presidencialismo de coalición en el cual el Legislativo, que ocupa un rol fundamental para la supervivencia de cualquier gobierno, en general es un escenario hiper fragmentado. En ese sentido, la federación anunciada hoy busca ser un aliciente a esas fragmentaciones y obliga a los partidos que las integran a funcionar unidos.
En otro orden, está claro que el PT no agota sus intenciones de unir fuerzas en FE Brasil ni en la alianza con el PSB y Alckmin sino, como también anunció Hoffman, mira a la izquierda por ejemplo, donde está el PSOL de Guilherme Boulos que semanas atrás hizo un gesto a Lula al bajarse de su candidatura a gobernador en San Pablo – luego de haber llegado a un balotaje en la elección de la capital de ese estado- e ir por una banca en la Cámara de Diputados.
Cabe mencionar además que las federaciones unifican lo que reciben como fondos partidarios del Estado y el tiempo que reciben de pauta en medios de comunicación durante la elección. Esta semana comienza a correr también la propaganda partidaria, que no es igual a la propaganda electoral (que inicia en agosto), sino que se debe utilizar específicamente para difundir los programas o la ideología de los espacios pero no para llamar a votar por un candidato. Se trata de una novedad ya que este tipo de anuncios son ahora nuevamente permitidos por el Congreso Nacional con la Ley N° 14.291/2022, luego de haber sido extinguida en 2017.
Otro dato significativo es que las tres primeras fuerzas que dan el puntapié serán Republicanos, PT y PSB. Por más que el Tribunal Superior Electoral haga la distinción pertinente lo cierto es que en Brasil ya se respira el aire de campaña.