Elecciones Presidenciales en Ecuador: punto de inflexión para el proceso político

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Informe pre electoral del Observatorio del Sur Global, que participa como organismo de observación electoral reconocido por el CNE desde Quito.

Introducción

El próximo domingo 7 de febrero se estarán realizando las elecciones presidenciales y legislativas que definirán el rumbo de Ecuador, en un contexto de crisis económica, social y sanitaria sin precedentes.

Hay 16 candidatos a la presidencia de los cuales 3 presentan más chances, según anticipan las encuestas. Sus propuestas se centran en revertir la crisis que atraviesa el país desde distintas perspectivas. En este sentido, las campañas se focalizaron en tres ejes principales: impuestos, empleo y pandemia, los cuales fueron puestos en discusión en el debate presidencial del 16 y 17 de enero.

Aunque en estas elecciones se aplicarán algunas particularidades de acuerdo a la modificación del Código de la Democracia del 2019, como la votación por planchas completas y no por listas, entre otras modificaciones.

Asimismo, ciertas críticas por parte de la oposición tiñeron el escenario pre electoral, como la imposibilidad de inscribir listas de determinados partidos, así como también la demora en el envío de los kits electorales para llevar a cabo el sufragio y el retraso en la impresión de las papeletas para la elección de parlamentarios andinos.

Poco más de 13 millones de ecuatorianos/as votarán este domingo entre 16 listas para elegir a la próxima fórmula que asumirá en el mes de mayo, como también miembros de la Asamblea. 

En total son 137 escaños de la Asamblea los que serán sometidos a elección: 15 Nacionales, 116 Provinciales y 6 delegados por los ecuatorianos/as residentes en el exterior. En un principio el Ministro de Defensa de Ecuador, Osvaldo Jarrín, confirmó que la elección para 5 Parlamentarios Andinos se pospondría para una segunda vuelta el 11 de abril, por el retraso en la impresión de las boletas electorales. Sin embargo, Consejo Nacional Electoral ecuatoriano (CNE) anunció el 1 de Febrero que comenzaba la impresión de estas boletas para no tener que recurrir a una fecha alternativa.

Debido a la coyuntura actual por el Covid-19 el COE (Comité de Operaciones de Emergencia) ha recomendado horarios de votación según el último número de la cédula de identidad. Las elecciones se celebrarán desde las 07:00 hasta las 17:00, votando aquellos con cédula par de 07:00 a 12:00 y aquellos con impar de 12:00 a 17:00. Esta recomendación busca evitar las aglomeraciones de personas en los centros de votación, pero no es obligatoria.

El CNE en su Protocolo General para Prevención de la Propagación de la COVID-19 en el Proceso Electoral 2021, en un primer momento exigió que tanto los Miembros de las Juntas Receptoras del Voto como los observadores nacionales e internacionales presenten un PCR negativo. Esta resolución fue luego dada de baja y sólo deberán presentar una acreditación para su función. Sin embargo, el CNE y el Ministerio de Salud llevan adelante un programa de testeo gratuito y voluntario del 2 al 5 de Febrero para aquellos miembros de las Juntas Receptoras del Voto que quieran hacerlo.

El contexto socio-económico se encuentra marcado por la caída de la actividad económica (se estima 11% del PBI), agravada por las dificultades en el manejo de la pandemia. Se estima que hay un millón de desempleados/as y 5,3 millones de trabajadores/as con condiciones laborales precarias, esto representa un 83% de los/las trabajadores/as del Ecuador que están en condiciones laborales precarias o desempleados/as. El número de personas en pobreza extrema ha aumentado se estima en el orden de los 3 millones de personas.

Asimismo, la crisis política iniciada en octubre del 2019, luego de que el presidente Lenin Moreno anunciara un recorte de los subsidios a los combustibles acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que significaba un aumento del orden del 50% -conocido como el “gasolinazo”-, está presente en el actual contexto.

Entre los observadores electorales internacionales acreditados por la CNE se encuentran miembros de la OEA (Organización de los Estados Americanos), UE (Unión Europea), COPPPAL (Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe), Parlasur, Grupo de Puebla, Foro Latinoamericano de Derechos Humanos, Observatorio del Sur Global, Internacional Progresista, Izquierda Europea e Izquierda Unida Federal. 

Estas elecciones 2021, sin embargo, tienen otra particularidad no menor: los/as votantes no podrán votar entre listas y será obligatoriamente por plancha, es decir, votar a todos/as los/as candidatos/as de un mismo partido o alianza política, según el paquete de cambios al Código de la Democracia que votó la Asamblea Nacional en 2019.

Se espera que cerca de las 20:00 hs del día domingo 7 de febrero estén los primeros resultados, según informó la CNE.

Finalmente, en estas elecciones se pone en juego el capital político del correísmo y su capacidad de reinventarse y rearticular su estructura tras la ruptura del presidente Moreno con Rafael Correa y la persecución y exilio de sus principales liderazgos.

Las elecciones definirán si hay una mayoría que convalide el intento de desarmar el engranaje institucional forjado durante la etapa de Correa, tras dos años de crisis social y la pandemia o si de la mano de Andrés Arauz se retoma el camino del correísmo y se revierte el proceso de reformas neoliberales que emprendió Moreno.

Principales candidatos

Son 16 los candidatos registrados para Presidente. Sólo una mujer, Ximena Peña, por Alianza País. Pero los candidatos con más de un 10% de intención de voto son sólo tres: Andrés Arauz, Guillermo Lasso y Yaku Pérez.

Andrés Arauz es licenciado y maestro en Economía, tiene 35 años y es el candidato por la alianza Unión por la Esperanza (UNES). Trabajó en el Banco Central del Ecuador, para luego pasar a la administración pública. Durante el gobierno de Rafael Correa fue ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano y ministro de Cultura. Su compañero de fórmula es Carlos Rabascall, un ingeniero comercial y periodista de 59 años de edad que fue confirmado luego de que el ex-Presidente Correa fuera inhabilitado para participar de las elecciones. Rabascall de perfil progresista definido por el propio Correa, es además un hombre vinculado con los sectores empresariales de Ecuador.

Dentro de las propuestas de gobierno de esta fórmula se destacan:

  • Implementar una reforma tributaria progresiva
  • Evitar la fuga de divisas
  • Reintegrarse a UNASUR y CELAC para promover la integración regional
  • Garantizar la gratuidad de la educación de tercer nivel
  • Otorgar mil dólares a un millón de familias para incentivar el consumo y reactivar la economía

Guilllermo Lasso tiene 64 años, es bancario, empresario y político de larga data en Ecuador. Su candidatura es promovida por la alianza entre Creando Oportunidades (CREO) y el Partido Social Cristiano (PSC). Fue gobernador de la provincia del Guayas, Superministro de economía por un mes en 1999 y embajador itinerante. También fue candidato a presidente en las elecciones de 2013 y 2017. Es uno de los principales accionistas del Banco de Guayaquil. Lo acompaña como candidato a vice-presidente Alfredo Borrero, quien es médico neurocirujano y decano de la facultad de medicina de la Universidad de las Américas (UDLA).

Para su gobierno, esta fórmula propone:

  • Modernizar el sistema de salud y frenar el reparto político de los hospitales mediante la privatización de estos servicios
  • Reformar el sistema de seguridad social agregando un sistema de ahorro privado
  • Flexibilizar los modos de contratación y facilitar el acceso al seguro de desempleo
  • Atraer la inversión local y extranjera a partir de la desrregulación del sector financiero
  • Reducir impuestos y gasto público

Yaku Pérez es abogado, doctor en jurisprudencia y tiene 51 años. Es candidato por el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik. Fue presidente de la Confederación de Pueblos de la Nacionalidad Kichwa del Ecuador (Ecuarunari), prefecto de la provincia del Azuay y es presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas. Lideró diferentes protestas contra Lucio Gutiérrez, Rafael Correa y Lenin Moreno. Su candidata a vice-presidenta es Virna Cedeño. Ella es bióloga, con un PhD en Biotecnología Molecular y propietaria de una empresa especializada en biotecnología acuícola.

Algunas de las propuestas de este binomio son:

  • Implementar una red de intercambio y trueque de alimentos entre productores
  • Convocar a una consulta popular para declarar al Ecuador libre de explotaciones extractivas en fuentes y zonas de recarga hídrica
  • Reforma curricular de los tres sistemas de Educación con enfoque ecoproductivo e implementar la educación satelital, mediante plataformas interactivas y radios comunitarias.
  • Reformas al Código Integral Penal, para establecer las causales de incautación de bienes en casos de corrupción.
  • Reorganizar los contratos petroleros con China y todos los prestadores de servicios

Cambios en las condiciones

El Código de la Democracia es la ley que rige el proceso electoral en Ecuador. Fue modificado en 2019, estableciendo nuevas reglas para esta elección:

  • Paridad y alternabilidad de género en listas. El 50% de ellas deben ser encabezadas por una mujer y un 25% por jóvenes. A partir de 2025 las fórmulas presidenciales deben ser conformadas por un hombre y una mujer.
  • Ya no se puede votar candidatos para asambleístas de diferentes listas. El voto será por todos los asambleístas de la misma lista, de manera similar a cómo se realiza en Argentina.
  • Para la asignación de escaños se abandona el método D’Hondt y se aplica el de Webster.
  • Aquellos partidos que no logren superar el 4% en dos elecciones seguidas, deberán devolver el 50% del fondo de promoción electoral recibido.
  • Además se incorporan más regulaciones y controles a los fondos electorales.

Antecedentes: Presidenciales 2017

En las anteriores elecciones presidenciales, llevadas a cabo en febrero del 2017, ningún candidato logró el piso para ganar en primera vuelta por lo que en abril del 2017 se realizó el balotaje entre los dos candidatos más votados, Lenin Moreno de Alianza PAÍS y Guillermo Lasso de CREO.

La victoria de Moreno con el 51.16% parecía representar la continuidad del proyecto correista, de hecho había sido vicepresidente de Rafael Correa durante el período 2007-2013. Sin embargo, su gobierno se distanció de las medidas adoptadas por su antecesor produciendo un quiebre al interior de la alianza que lo llevó a la presidencia.

La ruptura entre Lenin Moreno y Rafael Correa quedó plasmada en el referéndum constitucional y consulta popular convocada por Moreno en 2018 para reformar la constitución en 7 puntos. Específicamente, la consulta sobre la inhabilitación a participar de la vida política a toda persona condenada por corrupción, alarmó a Correa sobre los procesos judiciales, englobados bajo el concepto de lawfare, que se abrían en su contra, previendo lo que sería un intento -finalmente consumado- de impedir su candidatura.

Denuncias de irregularidades

Desde junio de 2020 la Contraloría General del Estado, la Función Judicial, la Función Ejecutiva y la Función Electoral con el Consejo Nacional Electoral han venido tomando una serie de decisiones que han colocado a las elecciones del 7 de febrero en una situación de riesgo.

La oposición al gobierno de Moreno, principalmente desde el Correísmo, han denunciado varias irregularidades. Algunos ejemplos;

  • La imposibilidad de inscribir fórmulas por los siguientes partidos: Revolución Ciudadana, Movimiento MANA, Movimiento Revolución Alfarista y Fuerza Compromiso Social.
  • El establecimiento de Unión por la Esperanza (UNES) le permitió presentar la fórmula Andrés Arauz – Rafael Correa, que luego fue cambiada por Andrés Arauz – Carlos Rabascall debido a una rápida ratificación de una condena contra Rafael Correa que lo dejó inhabilitado para ocupar cargos públicos.
  • La suspensión de las publicidades del binomio Arauz-Rabascall que muestren la imagen de Rafael Correa por la delegación de Pichincha del CNE. La suspención de los derechos políticos de Correa lo inhabilita como candidato y como elector, pero no para aparecer públicamente expresando sus opiniones.
  • La impresión de 6 millones de papeletas electorales con el logo equivocado del Movimiento Amigo, las cuales todavía no han sido destruídas.
    El retraso en el envío de los kits electorales para llevar adelante el sufragio en los consulados ecuatorianos en el exterior. Esto es de gran importancia, considerando que se eligen 6 asambleístas representando a los ecuatorianos que viven en otros países.
  • El retraso en la impresión de las papeletas para la elección de parlamentarios andinos. La demora del registro de los candidatos del Movimiento Justicia Social, debido a que la justicia dejó sin efecto dos fallos del CNE, impidió la impresión en tiempo y forma. Por este motivo se considera realizar la elección de parlamentarios andinos el 11 de Abril, junto a la segunda vuelta electoral de las presidenciales. En caso de no ser necesario un ballotage, se deberá realizar la elección sólo para estos 5 cargos.

Escenarios posibles

De acuerdo a las principales encuestas, el candidato Arauz se encuentra cerca de un triunfo en primera vuelta. Para lograrlo necesita al menos un 40% de los votos y una diferencia mayor a 10 puntos porcentuales con el segundo.

La encuesta de Omar Maluk le da 39,2% a Arauz y 21,8% a Lasso y la de America Elects da un 39,5% a Arauz y un 30,8% a Lasso. La encuesta de Elector Ecuador incluso ya plasma ese escenario con un 41,4% para Arauz y un 21,7% para Lasso, al igual que la de Market con 40,5% y 27,4%.

Sin embargo, estos porcentajes son calculados sobre los votos válidos. No tienen en cuenta el porcentaje de indecisos, que podrían ser muchos. De acuerdo a Market Asociados, una encuesta de principios de Enero marcaba un 31% de electores indecisos. Esta cifra, si bien alta, es un descenso de la marca que la encuesta de Click Research de Diciembre ubicaba en 44%. Por otro lado, Cedatos sostiene que a mediados de Enero todavía hay un 47,9% de indecisos en estas elecciones.  

Siendo un número tan importante de indecisos, las cifras finales pueden variar de manera importante. Por un lado, una parte del electorado puede presentarse como indecisos ante las encuestadoras por no verse identificado con el Correísmo, en un contexto en el que esta fuerza política es ampliamente demonizada desde los medios de comunicación. Este fenómeno podría enmascarar una mayor ventaja de Arauz, lo que haría innecesaria una segunda vuelta. Por otro lado, es muy probable que aquellos electores contrarios al Correísmo que no han decidido su voto, lo hagan por Lasso como una forma de “voto util”. En este caso, la diferencia podría no ser suficiente para evitar el ballotage.

Este duelo entre Arauz y Lasso refleja el mismo clivaje entre progresismo y neoliberalismo que se da en el resto del continente. Un triunfo de Arauz confirmaría el retorno de las fuerzas progresistas al poder, no sólo en el ecuador, sino ratificando la tendencia que comenzó en Argentina con el triunfo de Fernández y continuó en Bolivia con el de Arce. El retorno de un gobierno con voluntad de integración regional al país sede de la UNASUR podría generar la revalorización de esta organización internacional y la recuperación de su estructura.

Por otro lado, un gobierno liderado por un banquero como Lasso reforzaría una salida a la crisis social y económica que atraviesa el país que fortalecería las políticas de apertura y de orientación neoliberal. En este caso, la política exterior ecuatoriana continuaría por el camino de desarticulación de los procesos de integración gestados en la primera década del siglo XXI. Sería entonces muy probable el acceso de Ecuador como miembro pleno de la Alianza del Pacífico.