La llamada entre Xi Jimping y Biden distendió momentáneamente la disputa en Asia-pacífico y Taiwan. La gira del canciller ruso Lavrov por África revierte la imagen de aislamiento en la que las potencias occidentales quieren colocar a Rusia. El Papa Francisco realizó un nuevo hecho político de trascendencia al pedir perdón a las poblaciones indígenas de Canadá por los abusos cometidos por la iglesia católica. Gustavo Petro y Francia Márquez continúan tejiendo lazos políticos internacionales a una semana de la asunción del poder en Colombia. En Panamá continúan las negociaciones y las movilizaciones a casi un mes de conflicto social en las calles.
Por Federico Montero y Pablo Macía
Biden y Xi Jimping atenuaron las tensiones en Asia-Pacífico.
La conversación telefónica entre Joe Biden y Xi Jimping durante más de dos horas el pasado jueves fue leída como un gesto de distensión luego de los rumores de la visita a Taiwán de la presidenta de la cámara de representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi. Las tensiones con respecto a Taiwán aumentaron en los últimos tiempos a causa de acontecimientos que simbolizan la amenaza de un cambio de escenario. En primer lugar, se sucedieron declaraciones de Biden como las emitidas en la última cumbre del QUAD, que dejaban entrever la posibilidad de Estados Unidos de romper con la política de “ambigüedad estratégica” con respecto a Taiwán. Esa estrategia de EEUU luego del reconocimiento del régimen del Partico Comunista chino en 1979, consiste en sostener “una sola China”, aunque mantiene relaciones comerciales con Taipei. La exigencia de China es que ningún país intervenga en su relación con Taiwán (separada de hecho del continente luego de la revolución maoísta de 1949) y en el proceso de reunificación con China.
Las tensiones fueron en aumento también a partir de la intervención militar rusa en Ucrania, que según EEUU puede servir de antecedente para que China intente anexar por la fuerza a Taiwán. Otro detonante es la reciente definición de la seguridad estratégica de la OTAN, que presenta por primera vez a China como “un desafío”. Por último, también juegan las quejas de China ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) por los acuerdos del AUKUS que pretenden proveer de submarinos nucleares a Australia en la región de Asia-pacífico. En ese marco de escalada de tensión, se han sucedido mayores intervenciones de la aviación china y de cruceros estadounidenses por el estrecho de Taiwán en los últimos tiempos. Además, se continuaron impulsando rumores sobre la visita de la presidenta de la cámara de representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi por Taipei. Ninguna figura de tan alto rango político visito la isla desde 1997 con el republicano Newt Gingrich, y hacerlo en este momento en el que Xi Jinping busca concentrar poder para un nuevo mandato en el cargo presidencial en vísperas del XX Congreso Nacional de PC chino representa una provocación para Beijing.
En todo este contexto, la comunicación sirvió para distender momentáneamente la escalada de conflicto y aclarar posiciones. El comunicado emitido por China establece que “la comunidad internacional como los pueblos de los diversos países esperan que China y EE.UU. jueguen un papel orientador en la defensa de la paz y la seguridad mundiales, la promoción del desarrollo y la prosperidad globales”. Y en palabras de Xi afirma que “tomar a China como el rival principal y el desafío más serio a largo plazo serán un cálculo erróneo” de Estado Unidos. Por su parte, el presidente Biden afirmó que la política de Estados Unidos de “una sola China” no cambiará y que no apoya la independencia de Taiwán. En ese contexto se planteó como necesaria la comunicación entre China y Estados Unidos para abordar las problemáticas globales como la salida de la pandemia, reducir el riesgo de estanflación, defender el sistema internacional de Naciones Unidas, además de coordinar políticas macroeconómicas y asegurar las cadenas globales de suministro y la seguridad energética y alimentaria.
Rusia expande lazos políticos y comerciales por África
El canciller ruso Sergei Lavrov realizó una gira de cinco días por África, en la que recorrió Egipto, Etiopía, Uganda y la República Democrática del Congo. El objetivo del itinerario realizado por el continente está vinculado al reordenamiento geopolítico y comercial de Rusia frente a las sanciones occidentales a causa de la guerra en Ucrania. De esta forma, Moscú pretende orientar sus lazos políticos, productivos y comerciales con mayor fuerza hacia los países emergentes de África y Asia, mientras se desdibuja cada vez más la relación con Europa y los aliados de EEUU. Al respecto Lavrov afirmó que “simplemente vamos a desarrollar nuestra economía basándonos en socios fiables en vez de en aquellos que volvieron a confirmar que es imposible llegar a un acuerdo con ellos”. Rusia aprovechó la gira por el continente para reflotar la retórica anticolonialista, rememorando los abusos cometidos por las potencias occidentales en la región. Además denunció a la diplomacia de EEUU, Reino Unido y la Unión Europea de presionar a las autoridades africanas para frustrar los intercambios con Moscú.
La gira comenzó por Egipto, que es el mayor socio comercial y económico de Rusia en el continente. Allí el canciller Lavrov se entrevistó con el presidente, Abdelfatah Al Sisi, y con el canciller, Sameh Shoukry para abordar entre otros temas el de la seguridad alimentaria y la exportación de productos asociados a los países africanos. Al respecto Lavrov invocó el acuerdo firmado en Turquía para el traslado del cereal ucraniano y aclaró que también deben eliminarse las restricciones impuestas por occidente para el comercio del cereal y los fertilizantes rusos, que tienen un volumen superior al de Ucrania. En ese aspecto, Rusia esgrime como causas de la crisis alimentaria al efecto inflacionario de las políticas de occidente frente a la pandemia, las sanciones que establecieron frente al conflicto en Ucrania y la sequía que desde hace 4 años acecha en África. Ambos países acordaron la continuidad de la cooperación basada en el respeto y el beneficio mutuo y abordaron profundizar la relación entre Egipto y los BRICS.
En segundo Lugar, en la República Democrática del Congo, Lavrov anunció junto al canciller Jean-Claude Gakosso, un entendimiento para la cooperación técnico militar y acuerdos humanitarios en el ámbito de la salud como los kits de detección de la viruela del mono.
En Uganda, la relación con el presidente, Yoweri Museveni es muy estrecha, ya que según el mandatario, Rusia ha apoyado al país y al movimiento anticolonial africano “durante los últimos cien años”. De esta forma se espera que la cooperación con Moscú continúe aumentando en ámbitos como la ciencia espacial, la energía nuclear, telecomunicaciones, la medicina, la minería y la alimentación. El presidente ugandés desestimó las presiones de occidente para aislar a Rusia, y reafirmó una política autónoma orientada a una cooperación beneficiosa mutua, independientemente de los sistemas y las ideologías como las que atraviesan China y Arabia Saudita.
Por último, en Etiopía, Lavrov sostuvo conversaciones con su canciller, Demeke Mekonnen, así como con la presidenta del país africano, Sahle-Work Zewde, y primer ministro Abiy Ahmed Ali. De las reuniones acordaron desarrollar la cooperación en las esferas comerciales, económicas y de inversiones, basadas en la diversificación de bienes y servicios, el desarrollo de las cadenas logísticas y de mecanismos financieros alternativos al dólar.
En este último aspecto, la gira de Lavrov tuvo por objetivo el aseguramiento de canales comerciales y financieros alternativos a la hegemonía de occidente, prometiendo además ayuda sanitaria para el combate de la viruela del mono y el aseguramiento de los suministros de trigo para la población africana. Rusia aprovecha de esta manera para expandir su influencia en el continente y reforzar la visión de un mundo encaminado hacia la multipolaridad frente al declive de occidente. Al respecto, Rusia se encargó de advertir que frente a la pérdida de hegemonía de Estados Unidos en la región africana, es posible que impulse enfrentamientos desestabilizadores entre aquellos gobiernos no alineados a sus intereses.
El Papa Francisco viajó a Canadá para reparar los abusos de la iglesia frente a los indígenas
En un hecho político de trascendencia histórica, el Papa Francisco arribó a Canadá para pedir perdón a las comunidades indígenas por los abusos cometidos por la iglesia católica durante más de 100 años. La gira de una semana por el país estuvo destinada a reconciliar a la iglesia con las naciones indígenas luego de constatarse abusos físicos, psicológicos y sexuales a niños nativos en el sistema de 139 escuelas residenciales de Canadá entre 1883 y 1996. La figura de Francisco generó una gran expectativa en las comunidades a partir de este reconocimiento que fue interpretado por los representantes indígenas como un primer paso de esperanza. La gira constó de una etapa de tres días en Edmonton, el oeste del país, en los que desarrollaron encuentros hacia los nativos locales, visitando sus territorios sagrados, y experimentando sus culturas y costumbres. La segunda etapa del viaje aconteció en Quebec, la parte este del país, en la que el Papa se entrevistó con el primer ministro Justin Trudeau.
El papado de Francisco se viene encargando de renovar la misión pastoral de la iglesia, reivindicando a los movimientos sociales, a los pueblos indígenas y al intercambio ecuménico e intercultural. En este sentido, además del reiterado pedido de perdón, atribuyó lo sucedido al intento de occidentalizar a los indígenas dentro de “las colonizaciones ideológicas”, imponiendo modelos culturales que socavan las tradiciones y valores de los pueblos. En ese aspecto advirtió que hoy mismo se intenta promover “un modelo que presumiendo haber superado la discriminación impone una cultura de la cancelación que juzga el pasado desde categorías actuales”. Además denunció un sistema que destruye los valores comunes, generando el escándalo de una “riqueza generada por el desarrollo económico que no beneficia a todos los sectores de la sociedad”. En ese sentido, además de los valores comunitarios, reivindicó “la sabiduría indígena” que mira “a las siete generaciones futuras, no a la conveniencia inmediata, a los plazos electorales o al apoyo de los lobbies”. De esta manera, la gira de Francisco permitió acercar posiciones frente a la población indígena y renovar un posicionamiento pastoral, solidario y comunitario que renueve la esperanza entre los cristianos y las comunidades no practicantes.
Gustavo Petro y Francia Márquez construyen lazos políticos a una semana de su asunción.
A una semana de la asunción presidencial el 7 de Agosto, Gustavo Petro y Francia Márquez desarrollan una intensa agenda de reuniones para configurar el histórico ascenso al poder de la izquierda en Colombia. En este marco, Petro desarrolló durante la semana un encuentro con embajadores de América Latina y el Caribe en el que abordaron el tema de la paz como central para combatir el narcotráfico y la violencia política que adquirieron dimensiones regionales. El encuentro sirvió para proyectar iniciativas de descarbonización y desarrollo para combatir el cambio climático, exigiendo desde américa latina a los países desarrollados la inversión necesaria para la transición hacia energías limpias. Otro aspecto de relevancia en la semana lo constituyó la reunión bilateral en Táchira entre el canciller de Venezuela, Carlos Faria y el el canciller designado por Colombia, Álvaro Leiva, para restablecer las relaciones diplomáticas entre ambos países. Desde el 2019 las relaciones entre ambos países se rompieron a partir del reconocimiento del gobierno e Iván Duque de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela, que generó fuertes conflictos fronterizos y acciones desestabilizadoras hacia el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. El gobierno de Petro renovará la relación entre Colombia y Venezuela comenzando por planes de paz y seguridad en la frontera y una apertura progresiva de los intercambios comerciales. También reivindicaron un origen común en el legado bolivariano y la disposición a retomar lazos de amistad y cooperación.
Por otro lado, Petro continúa conformando su gabinete ministerial y ha obtenido acuerdos para estructurar una mayoría parlamentaria en la cámara de senadores y la de diputados, a los fines de impulsar sus ejes de gobierno concentrados en una reforma tributaria progresiva, una reforma agraria vinculada al proceso de paz que permita el acceso a la tierra a las poblaciones campesinas y una reforma política que elimine privilegios en el parlamento. Además, deberá enfrentar esquemas de corrupción en las fuerzas armadas y de seguridad vinculadas con el narcotráfico, entre otros desafíos.
Por su parte, la lideresa social afrocolombiana, Francia Márquez, desarrolla una gira que la llevo a reunirse con Lula en Brasil, Boric en Chile, Cristina Fernández de Kirchner y Alberto Fernández en Argentina y que culmina el domingo en Bolivia con Luis Arce. La agenda de integración regional que lleva la futura vicepresidenta está orientada al desarrollo comunitario, el combate al narcotráfico, la construcción de la paz, la igualdad, la defensa del ambiente y una agenda común de género. Los mandatarios de Argentina, Chile y Bolivia confirmaron la presencia en la asunción de Petro y Márquez el 7 de Agosto. De esta manera, el flamante gobierno de izquierda en Colombia construye lazos con los gobiernos populares para desarrollar una agenda de integración con justicia social en la región.
En medio de movilizaciones en Panamá continúan las negociaciones para resolver el conflicto social
A casi un mes de movilizaciones sociales frente a la carestía de vida en Panamá, continúan las negociaciones en la mesa de diálogo creada la semana pasada por el presidente, Laurentino Cortizo para abordar las demandas del movimiento popular. En ese marco se consiguió retrotraer el precio del combustible a 3,25 dólares el galón, además de reducir en un 30% el costo de canasta básica familiar e incorporar más alimentos subsidiados a la misma. Sin embargo la dinámica de movilización de los movimientos sociales se mantiene en las calles para presionar por mejoras en las demás áreas de trabajo que componen la mesa de diálogo. Así, esta semana se debatieron alternativas para el acceso y el costo de los medicamentos, a los fines de superar el desabastecimiento y los mecanismos burocráticos requeridos para adquirirlos a bajo costo. Desde las organizaciones populares impulsan la regulación del “oligopolio” de cinco grupos empresarios que manejan el mercado de los medicamentos, y proponen la promoción de inversionistas nacionales para su fabricación.
Por otro lado, se desarrolla la negociación sobre el sector educativo, donde los sindicatos reclaman el cumplimiento de la ley del 6% del PBI para el sector. Los dirigentes sindicales afirman que no retornarán a las clases hasta que se garantice la inversión para el 2023, y expresaron los problemas de infraestructura y recursos con los que cuentan las escuelas públicas. De esta manera continúan las negociaciones en esta nueva etapa en la que el gobierno cedió su aspecto más represivo por la negociación, en un conflicto que tuvo picos de álgidos enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas de seguridad, con cortes en las principales vías de acceso del país. Pero en esta nueva etapa, es el sector empresarial el que ha comenzado una fuerte campaña de odio hacia los movimientos sociales enrolados en la Alianza Pueblo Unido por la Vida, Alianza Nacional del Pueblo Organizado (Anadepo) y Alianza de Pueblos Originarios acusándolos de desestabilizadores y comunistas, llamando al gobierno nacional a retomar la represión para contrarrestar las movilizaciones. En este marco continúa abierto el conflicto en un Panamá jaqueado por los altos precios de alimentos, combustibles e insumos internacionales que no se producen el país.