Por Federico Montero y Pablo Macía
La cumbre de la Unión Europea resolvió un sexto paquete de sanciones a Rusia y propuso la liberación de cereales de Ucrania para el abastecimiento mundial. Mientras tanto, China continúa las negociaciones con Estado insulares del Pacífico para contrarrestar la influencia de Estados Unidos y occidente en la región. Continúan también las negociaciones de Estados Unidos para lograr avances en la Cumbre de las Américas. En Colombia se desarrolla la campaña para determinar la orientación del cambio del país en la segunda vuelta.
La Unión Europea aplicó nuevas sanciones y abordó la crisis alimentaria
Durante la semana se desarrolló la reunión de la Unión Europea en Bruselas, en la que los gobernantes de los 27 países acordaron el sexto paquete de sanciones económicas a Rusia en represalia por la guerra en Ucrania. La principal de ellas es la eliminación gradual de la importación del 90% del petróleo ruso: “en 6 meses para el petróleo crudo y 8 en meses para otros productos de petróleo refinado”, según el comunicado del Comité de Representantes Permanentes (Coreper) de la UE. La medida no logró ser completa debido a la dependencia de países como Hungría, Eslovaquia, Bulgaria y Croacia que requieren de los suministros energéticos rusos para su supervivencia. Además se acordaron la desconexión más bancos rusos del sistema SWIFT, la prohibición de la transmisión de tres canales de televisión rusos y las prohibiciones de exportación a Rusia de productos químicos y tecnológicos sensibles para el sector de defensa y seguridad. De esta manera, Rusia se ha convertido en el país con mayores sanciones del mundo por encima de Irán, Corea del Norte, Siria y Venezuela, entre otros.
De momento, Rusia responde a estos embates con los cortes del suministro de gas a Países Bajos a causa de la negativa a pagar los envíos en rublos como exige Moscú. Previamente, Rusia ya había cortado los envíos de gas a Polonia, Bulgaria y Finlandia por la misma causa. Todas estas medidas presionan al alza de los energéticos a nivel mundial y a la distorsión de los precios relativos del conjunto de bienes y servicios.
Por otro lado, los representantes de la UE propusieron a Rusia a liberar la salida de millones de toneladas de cereales desde los puertos de Ucrania para abastecer al mercado mundial. Desde Kiev denunciaron que Rusia le impide exportar 22.000 millones de toneladas de granos, generando una crisis alimentaria que se acrecienta por el aumento del precio de los insumos agrícolas. Por su parte, el canciller ruso Sergei Lavrov afirmó que Rusia hizo lo posible para garantizar el abastecimiento y que los problemas lo creó Ucrania al minar las zonas contiguas a los puertos. Tambien criticó a los países occidentales al aplicar sanciones que perjudicaron las cadenas logísticas y de suministro. En la misma línea el Presidente Putin atribuyó la crisis energética y alimentaria a la política de Estados Unidos y la Unión Europea al impulsar la prohibición de los energéticos y los fertilizantes, y al minado del acceso a los puertos. El mandatario ruso dialogó telefónicamente durante la semana con los presidentes de Alemania y Francia y aclaró que está dispuesto a garantizar un tráfico pacífico de cereales y la entrada de buques que los transporten en los mares Azov y Negro. Además, remarcó que los cereales ucranianos pueden exportarse a través del río Danubio, Polonia y Bielorrusia, pero para ello deben levantar las sanciones occidentales. Lo cierto es que las tensiones en la región han elevado el precio de los cereales en un contexto en el que Rusia y Ucrania producen cerca del 30% del trigo mundial. Esto repercutió nuevamente en el índice de precios al consumidor en los 19 países que conforman la Eurozona que se incrementó en 8,1% en mayo con un nuevo máximo histórico y con un aumento interanual de la energía cercano al 40%. De esta manera continúa la tendencia inflacionaria en Europa y se acrecientan las presiones hacia el Banco Central Europeo para subir la tasa de interés en busca de controlar la tendencia a la alza. En este contexto, varios analistas plantean la dificultad de un aterrizaje suave de la inflación que no conlleve a un proceso recesivo con mayores niveles de desempleo y pobreza. Las consecuencias económicas de la guerra todavía son incalculables. A 100 días de la guerra en Ucrania, desde Kiev han admitido que Rusia mantiene el control del 20% de su territorio y que ha perdido alrededor de un 35% de su PIB. Mientras tanto, a Rusia le han congelado unos 300.000 millones de dólares de oro y reservas de divisas en Occidente. Pero estos apenas son síntomas de una crisis de grandes dimensiones sigue repercutiendo globalmente en sus consecuencias.
China disputa la hegemonía en Asia-Pacífico
En el marco de la disputa geopolítica que tiene como centro de gravedad el control de la zona de Asia-Pacífico, la República Popular China respondió a la gira realizada la semana pasada por Joe Biden con una recorrida del Ministro de Relaciones Exteriores Wang Yi por ocho países de la región para cerrar un nuevo pacto del Pacífico que permita la cooperación sur-sur en infraestructura, seguridad y desarrollo social, entre otras cuestiones. La medida lejos de ser improvisada es producto del establecimiento de relaciones de larga data con los países insulares del Pacífico, en los que el volumen total de comercio con China se incrementó en más de 30 veces durante los últimos 30 años, pasando de 153 millones de dólares a 5.300 entre 1992 y 2021. China prevé firmar los acuerdos regionales con 10 países del Pacífico: Samoa, Fiyi, Tonga, Kiribati, Papúa Nueva Guinea, Vanuatu, las Islas Salomón, Niue, Vanuatu y las Islas Cook, constituyendo una asociación estratégica integral en la región. El contenido de la asociación está orientado a establecer una “seguridad integral, cooperativa y sostenible” y marcos de cooperación en áreas como la agricultura, la sanidad, el sector marítimo, comercio electrónico, la tecnología de la información y la comunicación, y turismo. De esta manera pretenden mejorar los ingresos de la región, donde una cuarta parte de la población total sigue viviendo por debajo la línea de pobreza. Frente a las acusaciones por parte de Estados Unidos sobre un supuesto secretismo en las negociaciones con la región, el gobierno Chino reclamó que se respete la soberanía de las islas y que no se interfiera en sus decisiones, a la vez que difundió un Documento de posición de China sobre el respeto mutuo y el desarrollo común con las islas del Pacífico.
El documento impulsa un marco de cooperación basado en la promoción del multilateralismo y el impulso de la iniciativa de desarrollo de la “Estrategia de Ayuda para el Comercio del Pacífico 2020-2025” en el marco de la Franja y la Ruta. También prevé avanzar en los Acuerdo de París para combatir el cambio climático y un desarrollo verde y bajo en carbono para todos los países, además de promover la Agenda 2030 de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible. Además de los objetivos ya mencionados, el documento establece acuerdos de cooperación sobre gobernanza, reducción de la pobreza, intercambios y la cooperación en campos como la juventud, los deportes, la cultura y las artes, las universidades, los think tanks, el bienestar de las mujeres y los medios de comunicación, entre otras cuestiones.
Según el Presidente Yi Jinping la asociación estratégica “ha progresado de manera constante en los últimos años y ha dado resultados fructíferos, dando un buen ejemplo para la cooperación Sur-Sur y el beneficio mutuo”. Así, la iniciativa de China en la región de Asia-Pacífico emerge como respuesta a la puja por la hegemonía frente a Estados Unidos y occidente por controlar este centro de gravedad geográfico en el que se traslada una parte sustancial del comercio mundial.
Continúan las negociaciones de cara a la Cumbre de las Américas
A pocos días de la IX Cumbre de las Américas convocada en Los Ángeles del 6 al 10 de junio continúan las tensiones por la exclusión de Cuba, Nicaragua y Venezuela. El rechazo a esta decisión de Estados Unidos fue liderado por el presidente mexicano, Andrés López Obrador y por su par boliviano Luis Arce, quienes anunciaron su ausencia si se producían las exclusiones. Otros mandatarios de la región como los integrantes de CARICOM manifestaron sus críticas al igual que los presidentes Gabriel Boric y Alberto Fernández. De esta manera, la cumbre perdió la trascendencia que parecía querer imprimirle el gobierno de Joe Biden, en pos de recuperar protagonismo en la región. Como muestra de ello surgieron los anuncios de boicot y desacuerdos abiertos sobre las exclusiones, sumados a la demora en las invitaciones formales al evento. Estos gestos muestran por un lado, la falta de interés que Estados Unidos le ha imprimido a la región desde hace largo tiempo, y por otro el consecuente malestar de los presidentes de la región. El declive de la política panamericanista de Estados Unidos se corresponde además con el creciente protagonismo que adquirió China en la región, convirtiéndola en el principal socio comercial de Argentina, Brasil, Chile, Perú y Uruguay, por encima de Estados Unidos, Europa y Japón. En ese contexto, los países de la región adquirieron una mayor autonomía con respecto a las presiones norteamericanas.
Sin embargo, los desplantes a la convocatoria impulsada por Joe Biden pueden constituir un duro golpe diplomático a su ya desgastada gestión en el ámbito interno, por lo que las negociaciones de último momento para que asistan la mayor cantidad de mandatarios se han potenciado. Por otro lado, varios presidentes de la región evalúan que el debilitamiento de Biden puede abrir las puertas para el retorno de Trump en 2025 por lo que resolvieron asistir al encuentro. Tal es el caso de Alberto Fernández quien participará de la cumbre en calidad de Presidente Pro Tempore de la CELAC para manifestar el rechazo a la exclusión de algunos mandatarios luego de resolverlo en conjunto con el presidente de México López Obrador y de una llamada con Nicolás Maduro de la República Bolivariana de Venezuela. El presidente argentino Alberto Fernández dialogó telefónicamente con Joe Biden este miércoles durante 25 minutos en el marco de la cumbre de la semana próxima. El comunicado oficial del contacto informó que debatieron sobre temas como la inseguridad alimentaria, la transición energética, las nuevas cadenas regionales de valor y el cambio tecnológico con inclusión social, sin hacer mayores menciones a la cumbre. En ese aspecto parecen continuar abiertas las negociaciones de cara a la cumbre de la semana próxima.
Las elecciones en Colombia marcan un cambio que se reflejará en la segunda vuelta.
Las elecciones presidenciales del domingo pasado en Colombia decretaron el final del uribismo como forma política hegemónica durante años en el país. En ese aspecto los comicios constituyeron un momento histórico al desterrar a los partidos tradicionales y erigir a la izquierda con el Pacto Histórico de Gustavo Petro como primera fuerza y al empresario de perfil antipolítico Rodolfo Hernández en segundo lugar. El resultado puede leerse como otro ejemplo de insatisfacción democrática en un país signado por el repudio al gobierno de Ivan Duque – expresado en las movilizaciones de 2019 y 2021 – a causa de la crisis económica, la violencia política, el narcotráfico y la corrupción. Así, la ciudadanía se volcó masivamente por una alternativa frente a la falta de respuesta del sistema político tradicional ante los problemas urgentes de la población. Esta parece ser la causa principal por la cual irrumpió sorpresivamente la figura de Rodolfo Hernández en la segunda vuelta, superando al derechista Fico Gutiérrez, quien se apresuró a apoyar al empresario para evitar que la izquierda llegue al gobierno. Este escenario complica las chances del Pacto Histórico, ya que la diferencia en primera vuelta no fue la esperada y no alcanza a superar la sumatoria de votos de la segunda y tercera fuera. La expectativa de la izquierda de polarizar con Fico Gutierrez, exponente del continuismo uribista, se diluyó con el arribo del “viejito de Tic Toc”, como suelen referirse al empresario de 77 años. Así, en el primer estudio de opinión realizado tras la primera vuelta del domingo Hernández obtiene el 41% de los apoyos frente al 39% de su rival, señaló el Centro Nacional de Consultoría (CNC).
Sin embargo, la elección está abierta al desempeño de las estrategias de los candidatos durante las tres semanas de campaña. Por el lado del Pacto Histórico, intentarán movilizar a una mayor proporción del electorado de las grandes ciudades y centros urbanos, en los que ganó ampliamente Gustavo Petro, a excepción del bastión de Gutiérrez en Medellin. Además intentarán explotar los exabruptos e inconsistencias de Rodolfo Hernández para demostrar la inviabilidad de su eventual gobierno. En efecto, el empresario se abstuvo de participar en debates para explicar su programa, ha mantenido expresiones xenófobas, machistas y afronta un proceso por malversación de fondos públicos a pesar de su discurso anticorrupción.
En cuanto a Rodolfo Hernández, a pesar del discurso antiestablishment, cuenta con la ventaja de obtener el apoyo incondicional de los partidos tradicionales de la derecha, que apoyan su candidatura a los fines de impedir que llegue al gobierno el Pacto Histórico. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente al perfil antipolítico que pregona el candidato. De todas formas, su novedosa intervención en las redes sociales, la negativa a participar de los debates tradicionales entre candidatos y el perfil de empresario exitoso “que no necesita robar” le proporcionan un perfil alejado de la política tradicional, al que sí intentará asociar a la figura de Petro, que tiene más de 20 años de participación activa en la política colombiana.
En cuanto a la política exterior, ambos candidatos ponen en entredicho el histórico alineamiento de Colombia a las políticas de Estados Unidos, que la constituyeron en el único país de América del Sur que no se sumó al ciclo progresista de inicios del siglo XXI. Como dato revelador, ambos candidatos están de acuerdo en reanudar las relaciones diplomáticas con Venezuela, rotas desde 2019 entre los presidentes Nicolás Maduro e Iván Duque. Además, proponen cambios con el tratado de libre comercio firmado entre Colombia y Estados Unidos hace 10 años, Petro para renegociarlo y Hernández para revisarlo.
De esta forma, el resultado continúa abierto en cuanto a la orientación del próximo gobierno, pero lo cierto es que cualquiera de las expresiones que salgan vencedoras implicarán un cambio estructural de la política que tradicionalmente llevó adelante el país.