La OTAN definió un Nuevo Concepto Estratégico de Seguridad en el que califica a Rusia de “amenaza directa” y a China como un “desafío”. Mientras tanto el G7 se abroqueló como frente a Rusia y China intentando desafiar sus esferas de influencia. En Estados Unidos se produjo una nueva avanzada conservadora por parte de la Corte Suprema. En Ecuador, los movimientos sociales alcanzaron un acuerdo con el gobierno y se levantaron las protestas para continuar las negociaciones.
Por Federico Montero y Pablo Macía
Durante la semana se realizaron dos cumbres fundamentales en el esquema geopolítico que involucra a las potencias económicas occidentales: la del G7 en Alemania y la anual de la OTAN en Madrid. Tanto la primera con una agenda más centrada en lo económico como la segunda en el esquema de seguridad, convalidaron la ruptura con Rusia, en el marco del conflicto militar con Ucrania. Pero además, en términos más estratégicos, consolidaron un refuerzo de la estrategia occidental frente al crecimiento de la influencia económica y política de China y de los países emergentes.
La cumbre de la OTAN y el nuevo Concepto Estratégico de Seguridad
Entre el 28 y 30 de junio se desarrolló la Cumbre anual de Jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN en Madrid, promediando el quinto mes de la guerra en Ucrania. En ese marco la cumbre recobró una centralidad inusitada desde el fin de la guerra fría, y determinó el nuevo Concepto Estratégico de la OTAN hasta el 2030. La última vez que había sido revisado fue en 2010, cuando Rusia todavía era declarada como socio estratégico de la Alianza y China no estaba en el centro de las preocupaciones. En esta oportunidad, el Secretario General de la OTAN Jens Stoltenberg afirmó que la invasión rusa en Ucrania motivó “la mayor reforma de nuestra defensa colectiva desde el fin de la Segunda Guerra Mundial”. La nueva doctrina que regirá las acciones de la OTAN afirma que Rusia representa “la más significativa y directa amenaza” de seguridad para los aliados, la paz y estabilidad de la región euroatlántica. Además, caracteriza las intenciones de Moscú como forma de “establecer esferas de influencia y control directo mediante la coerción, la subversión, la agresión y la anexión” de las regiones aledañas a su dominio.El documento también advierte que Rusia está “modernizando” su potencial nuclear y que eso constituye una amenaza a occidente y “al orden internacional basado en normas”. En respuesta a esta caracterización, la Alianza resolvió avanzar en una nueva carrera armamentística, reafirmando el compromiso de todos sus miembros de gastar al menos el 2% del PBI en defensa. Además, anunció la intención avanzar en la disposición de un total de 300 mil reservistas para eventuales escalamientos del conflicto, y el traslado de equipamiento pesado hacia bases más cercanas a la frontera este de la asociación. Por otro lado, avanzaron en los mecanismos de adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN, resolviendo el veto que imponía Turquía a este proceso. De esta forma, luego de la aprobación de los parlamentos de todos los países miembro, la OTAN pasaría a adoptar una frontera de 1.300 km con Rusia, lo que constituye un foco de tensión militar importante. Desde el Kremlin salieron a afirmar que Europa decidió conformar una nueva cortina de hierro, emulando el contexto de la guerra fría. Además, afirmaron que los movimientos de equipamiento militar en su frontera serán correspondidos con su contraparte desde Rusia, poniendo mayor tensión a la situación. Al respecto, Rusia aprobó este año un nuevo concepto de seguridad nacional, afirmando que “la Federación Rusa considera a las armas nucleares exclusivamente como un medio de disuasión”, pero que podría utilizarlas si evalúa acciones que comprometan la existencia misma del Estado Ruso. Como dato de color, Vladimir Putin se anotó una victoria diplomática al afirmar que Margaret Thatcher decidió una acción militar contra la Argentina en las Malvinas, recordando la ambición imperial de Gran Bretaña. La afirmación la dio en respuesta a las declaraciones del primer ministro británico, Boris Jonhson, afirmando que “si Putin fuera mujer no hubiera decidido invadir Ucrania”.
El otro gran cambio del documento estratégico se refiere a la caracterización de China como un “desafío” hacia los intereses, seguridad y valores de la Alianza por sus “ambiciones declaradas y políticas coercitivas”. El principal cuestionamiento es la creciente influencia política, económica y militar que viene adquiriendo el gigante asiático en el escenario global. En concreto, el documento menciona el control de China de sectores industriales y tecnológicos clave, infraestructuras críticas, materiales estratégicos y cadenas de suministros que según la OTAN es utilizada “para crear dependencias estratégicas y ejercer influencia”. A primera vista no parece ser ilegítimo el intento de desarrollo económico y científico tecnológico impulsado por China, pero la OTAN se dispone a contener su crecimiento para frenar su influencia global y el creciente poder blando que viene adquiriendo. En ese aspecto, fueron invitados por primera vez a la cumbre los aliados occidentales en el Indo-Pacífico: Australia, Japón, Nueva Zelanda y la República de Corea. La diplomacia china salió a desmentir las acusaciones de la nueva doctrina afirmando que “es la OTAN la que está creando problemas alrededor del mundo”. China mantiene tensiones con los países occidentales por la relación con Taiwán, que Beijing considera una de sus provincias y donde mantiene la “determinación inquebrantable de salvaguardar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo”. En el 25° aniversario de la devolución a China de Hong Kong por parte del Reino Unido, el presidente Xi Jinping afirmó que la isla “renació del fuego” tras varias olas de protestas prodemocráticas apoyadas por occidente. Estos son algunos de los focos de conflicto que pueden escalarse a través de la nueva doctrina de la OTAN, aunque parecen ser más un eufemismo para contener el avance económico de China que una amenaza real a la seguridad de occidente.
El G7 se abroquela frente a Rusia, China y su marco de alianzas.
Desde el domingo 26 al martes 28 de junio se desarrolló la cumbre del G7 en la ciudad bávara de Scholss Elmau. El G7 (Canadá, Francia, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y el anfitrión Alemania) adquirió una mayor relevancia en el presente contexto mundial en dos aspectos. En lo inmediato, el conflicto de las potencias occidentales frente a la creciente influencia de Rusia en Eurasia, luego de la caída del muro de Berlín. Y en lo estratégico, frente a China y los países emergentes, que vienen adquiriendo un mayor protagonismo económico y político en las últimas décadas. En este último aspecto, de contenido geopolítico, la principal iniciativa del G7 es la Asociación para la Infraestructura Global y la Inversión, con la que planean movilizar hasta 600 mil millones de dólares en los próximos cinco años. El financiamiento de estas obras de infraestructura tiene como objetivo contrarrestar la influencia de la inversión China con la iniciativa de la Franja y la Ruta, y está orientado a abroquelar a diversos países y regiones del mundo detrás de los alineamientos y las instituciones de occidente.
En cuanto al conflicto militar contra Rusia en Ucrania, el G7 permitió unificar a toda Europa occidental aislando a Moscú del ámbito de influencia atlántico. En ese marco, continuaron impulsando las sanciones a Moscú y promoviendo el apoyo financiero a Ucrania, tanto para fines humanitarios como en la provisión de equipamiento para la defensa. Esta política tiene un doble filo al prolongar el conflicto y los problemas en las cadenas de suministro. Sobre todo en Europa, donde se comienzan a percibir dificultades para suplantar los recursos energéticos que importaban de Rusia antes de la guerra. Sin embargo, el bloque se manifestó unido y determinado a continuar apoyando a Ucrania hasta obligar a Rusia a negociar el fin del conflicto en condiciones de debilidad. Por tal motivo, no se avizora una resolución de la guerra y de sus consecuencias humanitarias, económicas y sociales en el corto plazo.
Por último, cabe destacar al presidente Alberto Fernández, que adquirió un papel protagónico en la cumbre del G7, tanto como representante del país como en calidad de Presidente Pro Tempore de la CELAC. En el marco de los ordenamientos geopolíticos globales, mantuvo una posición autónoma impulsando la urgente resolución pacífica del conflicto, ya que afecta de manera principal a los países de la periferia. Como propuesta impulsó la construcción de una nueva arquitectura financiera internacional que permita generar condiciones de mayor igualdad a los pueblos del mundo, a los fines de afrontar las crisis climáticas, sanitarias, financieras, energéticas y alimentarias.
Nueva avanzada conservadora en Estados Unidos
En Estados Unidos se produjo una nueva avanzada de la Corte Suprema, con mayoría conservadora, al limitar la acción de la Agencia de Protección Ambiental. En una nueva votación de 6 a 3, el tribunal resolvió limitar la Ley de Aire Limpio, en un fallo que no permite regular las emisiones de gases de efecto invernadero de las centrales termoeléctricas. Esta decisión, complica los planes del gobierno de Joe Biden para combatir el cambio climático. Las centrales eléctricas representan aproximadamente el 30% de la producción de dióxido de carbono y el proyecto del gobierno es reducir a la mitad las emisiones de gases de efecto invernadero para el 2035. Las relaciones de fuerzas en la corte suprema se modificaron desde que en la gestión de Trump entraran 3 nuevos magistrados. En ese marco, comenzó una andanada de medidas que revisaron fallos históricos en defensa de derechos civiles y ambientales como en este caso. El más emblemático de ellos fue la anulación del derecho constitucional al aborto en todo el país luego de casi 50 años de su convalidación. Así, el derecho al aborto seguro quedó atado a la decisión de los estados de la unión, y en aquellos con mayoría conservadora comenzaron a prohibirlo. Los jueces conservadores prometen continuar cercenando derechos conquistados como los de las diversidades y en este caso le tocó a los derechos ambientales. De esta forma se manifiestan las consecuencias de la politización del poder judicial, y el Lawfare parece llegar como un boomerang a quienes lo promovieron en otras regiones, alentando la insatisfacción democrática.
Movimientos sociales alcanzaron un acuerdo en Ecuador y se levantaron las protestas.
En el marco del conflicto iniciado el 13 de junio por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y movimientos sociales en reclamo de medidas para contener el costo de vida, se arribó a un acuerdo con el ejecutivo este jueves 30. El Gobierno de Guillermo Lasso aceptó reducir otros 5 centavos de dólar en los combustibles a los 10 que ya había anunciado como forma de restablecer la negociación con los movimientos en lucha. Este es un primer paso para destrabar el conflicto que continuará con la negociación en una mesa de diálogo que durará 90 días para terminar de abordar otras mejoras. La CONAIE inició la protesta para elevar la deteriorada calidad de vida de la población con un pliego de 10 puntos entre los que se destacan la reducción del precio de combustibles; el alivio para las deudas de pequeños y medianos productores agrícolas y campesinos; precios justos para los productores agrícolas y para los consumidores (enfocando en la especulación de los formadores de precios); garantía de no privatizar los recursos estratégicos del país; y otros reclamos vinculados a la saludo y la educación de la población. El gobierno de corte neoliberal de Lasso había liberado el precio del combustible a los vaivenes del mercado y en tan sólo un año lo aumentó a casi el doble. Eso generó el deterioro del poder adquisitivo de la población por el aumento de toda la cadena de valor de bienes y servicios. En una primera instancia intentó reprimir la protesta con la firma del decreto de Estado de Excepción en las zonas más conflictivas del país. Esto agravó la crisis llevándola al plano político, donde tuvo que afrontar un pedido de destitución de la Asamblea Legislativa que superó por escaso margen. En ese plano surge este acuerdo luego de dos semanas de intensos conflictos. De todas maneras, esto parece ser más una tregua que un acuerdo definitivo, que estará atando a los vaivenes de la mesa de negociaciones que se abrió.