Por Rogério Tomaz Jr.*
Los datos de la nueva encuesta del IPEC, difundida el lunes (12), animaron la campaña de Lula y llevaron a Bolsonaro a hablar en tono de derrota. El candidato del PT aparece en la encuesta con el 46%, avanzando un 2% con relación a la medición anterior del instituto, frente al 31% del actual presidente, que se quedó con la misma cifra.
Menos de 24 horas después de la encuesta, Bolsonaro concedió una entrevista a un podcast y habló con el tono de quien ya se siente derrotado. “Si esta es la voluntad de Dios, continúo. Si no, nos pasamos de carril, y me retiro, porque a mi edad no tengo otra cosa que hacer aquí en la tierra si mi paso por la política termina el 31 de diciembre de este año”, dijo, visiblemente abatido.
La encuesta vuelve a colocar a Lula en un escenario de victoria en la 1ª vuelta, ya que, en los votos válidos, alcanza el 51% contra el 49% de todos los opositores sumados. En la simulación de una eventual segunda vuelta, la ventaja del petista para Bolsonaro es bastante cómoda: 53% contra 36% (59,5% contra 40,5% en votos válidos).
Lula gana votantes de Ciro en la clase media
El periodista Miguel do Rosário, al analizar los detalles de la encuesta, notó que votantes de Ciro Gomes migraron para Lula, sobre todo en la clase media. “En el grupo de votantes con renta familiar superior a 5 salarios, donde tuvo su mejor desempeño, alcanzando el 6% en el sondeo espontáneo y el 10% en sondeo estimulado, Ciro experimentó sus mayores caídas”, escribe Rosário en su blog O Cafezinho.
“Los gráficos indican que esos votantes están migrando a Lula, porque el PT ha avanzado fuertemente en la clase media, ganando 5 puntos en el sondeo espontáneo y 7 puntos en el estimulado”, agrega el periodista.
Aumenta el rechazo y la desaprobación de Bolsonaro
Otro dato negativo para el mandatario brasileño es el aumento de su rechazo electoral, que pasó del 46% al 50% en menos de un mes, según las mediciones del IPEC. La desaprobación del gobierno de Bolsonaro también aumentó: pasó del 57 % el 15 de agosto al 59 % el 12 de septiembre, mientras que la aprobación cayó del 37 % al 35 % en ese período.
Con estos números, solo un milagro permitiría a Bolsonaro lograr una remontada para garantizar su reelección. Ciro Nogueira, uno de los principales líderes de “Centrão” y jefe de Gabinete del gobierno, pronosticó en marzo que Bolsonaro estaría por delante de Lula en las encuestas de mayo. Tal pronóstico fue actualizado para julio y luego para agosto. Estamos a menos de 20 días de la elección y la ventaja de Lula no sólo está consolidada, sino que tiende a ampliarse.
Además, Nogueira también pronosticó una caída del rechazo a Bolsonaro a menos del 40% para julio, lo que no ocurrió, a pesar de todas las medidas económicas y la propaganda del gobierno.
Es muy posible e incluso probable que Bolsonaro disminuya la distancia con Lula el día de las elecciones, debido a la alta abstención – que puede ser la más alta desde la redemocratización, en 1985 – debido a la crisis económica, que debería desanimar a muchas personas a salir de casa para ir a votar. De confirmarse esto, Lula debería ser el mayor afectado y la campaña de Bolsonaro pone esperanzas en este escenario. Aun así, la posibilidad de victoria en la 1ª vuelta sigue siendo bastante fuerte.
Si eso sucede, será una humillación personal para Bolsonaro y una gran derrota política para la extrema derecha. Pero será una fiesta para la democracia en el planeta.
*Periodista brasileño, cursando actualmente la Maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza. Trabaja desde 2009 en la Cámara de Diputados de Brasil. Twitter: @rogeriotomazjr