Mirada Multipolar | Una solución regional al problema de Afganistán

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por Sebastián Tapia

El vacío que crea la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán, tras 20 años de ocupación, es una fuente de inestabilidad regional para el continente asiático. No sólo está la amenaza de que escale una guerra civil afgana entre el Talibán y el gobierno de Kabul, sino también la posibilidad que se instalen en el país grupos terroristas islámicos uzbecos y uigures que podrían afectar a los países vecinos. Por estos motivos, esta semana se realizaron varias reuniones regionales en las que la paz en Afganistán fue el tema principal.

La OCS

La primera reunión se llevó adelante en Dusambé, Tayikistán, donde convinieron los ministros de relaciones exteriores de la Organización de Cooperación de Shangai (China, Kazajstán, Kirguistán, Pakistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán), invitando a participar al gobierno afgano. Dentro de los problemas que se plantearon en la reunión, el principal fue cómo lidiar regionalmente con la salida de las tropas estadounidenses de Afganistán y el proceso de paz que le sigue.  En palabras del Secretario general de la organización, Vladimir Norov:

Bajo las condiciones de aumento de la tensión en las provincias del norte de Afganistán, en la víspera de la conclusión final del retiro de las tropas extranjeras, crece la importancia de los estados de la región y las organizaciones internacionales para facilitar el tránsito del país por el camino del desarrollo pacífico (…) A este respecto, consideramos necesario centrarse en las medidas de prioridad para la traducción al plano práctico de nuestra “hoja de ruta” conjunta de nuevas acciones para ayudar a Afganistán, país observador en la OCS, en la formación de un país libre de terrorismo,  guerra y drogas, y también fortalecer la estabilidad en la región.

Wang Yi el canciller chino, recordó quién inició esta crisis y llamó a sostener su resposabilidad:

“Lo primero es evitar que Estados Unidos eluda su responsabilidad. Como iniciador de la cuestión afgana, Estados Unidos no puede simplemente alejarse, crear más problemas para el gobierno afgano y descargar la “carga” sobre los países de la región. Dado que Estados Unidos ha expresado recientemente su voluntad de ayudar a Afganistán a salvaguardar la estabilidad y a reconstruirse en paz, todas las partes deben instar a Estados Unidos a que cumpla su compromiso y aumente su contribución y, en particular, esté atento a cualquier intento de socavar la seguridad y la estabilidad regionales a través del caos en Afganistán.”

Se propuso el trabajo conjunto de la organización para evitar el surgimiento de nuevos grupos terroristas islámicos y acompañar al proceso de paz  – para facilitarlo, pero no liderarlo – con miras a que sea un proceso netamente afgano. El comunicado emitido tras la reunión de la OCS con Afganistán dice:

Creemos que llegar a un arreglo temprano en Afganistán es un factor importante para mantener y fortalecer la seguridad y la estabilidad en el espacio de la OCS. En este contexto, destacamos la necesidad de que el Gobierno y el pueblo de la República Islámica del Afganistán intensifiquen sus esfuerzos para restaurar la paz, promover el desarrollo económico nacional y combatir el terrorismo, el extremismo y los delitos relacionados con las drogas. Confirmamos la posición de los miembros de la OCS de que el conflicto en Afganistán solo puede resolverse mediante el diálogo político y un proceso de paz inclusivo conducido y dirigido por los propios afganos.  (…) Respetando la elección independiente del pueblo afgano de su propio camino de desarrollo, estamos convencidos de que las negociaciones entre los afganos deben considerar los intereses de todos los grupos étnicos que viven en el país.”

Por su parte, con respecto al proceso de paz, el canciller chino Wang Yi propuso:

“(…) sobre la base del pleno respeto de la soberanía de Afganistán y siguiendo el principio de “dirigido y propio de los afganos”, China seguirá sirviendo de puente entre todas las partes interesadas para la mediación y la conciliación, brindará asistencia y aportará sabiduría, y desempeñará un papel constructivo en la promoción de la política solución de la cuestión afgana. También estamos dispuestos a mantener conversaciones entre los afganos en China a su debido tiempo.

y llamó a la participación de los organismos regionales de lucha contra el terrorismo. Por un lado, la OCS cuenta con la Estructura Regional Anti Terrorismo (RATS en inglés) y Afganistán también es miembro observador de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva:

“La OCS debe aprovechar plenamente la función y el papel de las instituciones regionales de lucha contra el terrorismo y hacer todo lo posible para evitar que las ‘tres fuerzas’ del terrorismo, el separatismo y el extremismo se infiltran y se extienden a las zonas circundantes de Afganistán. La OCS debería intensificar la cooperación antiterrorista con Afganistán e instar a los talibanes a cumplir su compromiso de romper con las organizaciones terroristas internacionales.”

Sin dudas, Wang Yi se refería a la posible amenaza de grupos ugiures que entren en Xinjiang y vuelvan a cometer actos de terrorismo como se sufrieron durante los años ’90. Uno de estos grupos, el Movimiento Islámico de Turquestán Oriental, se encuentra activo en Siria y podría trasladarse a Afganistán de crearse un espacio propicio.

También se discutió cómo utilizar las herramientas regionales para la reconstrucción del país y su infraestructura, destrozada tras 20 años de guerra. Norov, secretario general de la OCS, dijo:

“Este proceso debe estar acompañado por la participación sistemática de Afganistán en el desarrollo de una infraestructura regional de transporte, logística y energía, que es fundamental de la economía del país que restaña las economías del país y aumentan la conjugación de varias iniciativas de integración intensiva nominadas por los líderes. de nuestros estados.

El canciller chino estuvo de acuerdo con la propuesta:

“La OCS debe hacer un uso activo de los mecanismos de cooperación existentes en la economía, el comercio, la cultura y otros campos para ayudar a Afganistán a mejorar su capacidad de desarrollo independiente y lograr un desarrollo genuino y sostenible. La OCS debe apoyar la integración de Afganistán en el desarrollo económico regional y profundizar la cooperación en salud pública para respaldar la lucha efectiva de Afganistán contra COVID-19.”

En cuanto al futuro de la organización, Rusia propuso considerar el pedido de incorporación como miembro pleno de Irán, el cual cuenta con status de observador al igual que Mongolia, Bielorrusia y Afganistán. También se aprobó la incorporación de Arabia Saudita y Egipto como “socios de diálogo”, lo que deberá ser ratificado en la cumbre de presidentes. Sin dudas la Organización de Cooperación de Shangai se está transformando en la principal herramienta de cooperación regional para el mantenimiento de la seguridad. No es extraño que haya más países interesados en participar.

Por fuera de la OCS

Al día siguiente, se reunieron en Taskent, Uzbekistán, en la Conferencia Internacional “Asia central y meridional: conectividad regional. Retos y oportunidades”. En ella participaraon los 5 países de asia central (incluyendo a Turkmenistán), Rusia, China, la UE, EEUU, Turquía, Pakistán, India y otros países de la región. El tema principal siendo la interconexión a través de la infraestructura para el comercio.

Se dieron en paralelo reuniones importantes, una entre China y Rusia, donde conversaron los temas de seguridad en la región y el el programa nuclear de Irán y en cuanto a Afganistán sostuvieron que el camino era garantizar el proceso de paz donde sólo participen los afganos. Estas reuniones de alto nivel sobre temas de segurida muestran que la participación china en los asuntos regionales es cada vez mayor.  Al día siguiente, el 17 de julio, se encontró el canciller chino con el ministro de relaciones exteriores de Siria, donde Wang “dijo que China está lista para impulsar la cooperación antiterrorista con Siria, mejorar la capacidad antiterrorista de Siria, y salvaguardar la seguridad nacional mutua, a la vez que se hace una contribución a la seguridad global.”

En Tashkent también se reunieron el grupo 5+1 (los 5 países centro asiaticos y Rusia) donde discutieron y acordaron no recibir en sus territorios a los afganos desplazados por haber colaborado con la ocupación estadounidense. En el comunicado emitido tras la reunión, los países retomaron lo acordado en la OCS además de contar con el apoyo de Turkmenistán, que no es miembro de esta organización.

“Estamos convencidos de que solo es posible establecer una paz integral y duradera en Afganistán con conversaciones directas e inclusivas sobre un arreglo político entre los afganos, bajo el liderazgo del pueblo afgano, y con la asistencia más activa de los estados y agencias internacionales para La recuperación de Afganistán en el período posterior al conflicto.
Esperamos que se entablen conversaciones constructivas entre el Kabul oficial y los talibanes con el objetivo de elaborar enfoques coordinados para el cese de una guerra prolongada y el desarrollo de Afganistán como un estado pacífico, independiente y soberano.”

Una solución regional

Estas reuniones son la últimas en un largo proceso regional de estabilización del conflicto afgano. Un proceso que se vió demorado por la presencia estadounidense en el país, pero que con el retiro de sus tropas puede retomar la fuerza y brindar un marco para una solución pacífica. Lo más destacable es que Asia pueda brindar una salida asiática al conflicto afgano, sin la participación de potencias extra regionales. Con un afganistán en paz e integrado a la región, otros procesos regionales, como la Franja y la Ruta o la Unión Económica Euroasiática, tienen más chances de avanzar.