Lula Da Silva triunfó en la segunda vuelta presidencial en Brasil y auspicia un nuevo protagonismo en la integración regional y la escena internacional. Mientras tanto, permanecen las tensiones entre Europa y Rusia por la guerra en Ucrania y los bandos continúan articulando sus alianzas en encuentros regionales. Rishi Sunak asume los nuevos desafíos como primer ministro del Reino Unido con las consecuencias de la crisis económica y el brexit. Por último, Argentina fue sede de los encuentros de la CEPAL y CELAC para impulsar la integración regional y el desarrollo sostenible con inclusión.
Por Federico Montero y Pablo Macia
Lula Da Silva triunfó en la segunda vuelta presidencial en Brasil y fortalecerá la integración regional y multilateral
Este domingo 30 de octubre el metalúrgico y 2 veces presidente Luiz Inacio Lula da Silva venció con 50,90% de los votos válidos frente al 49,10% para Jair Bolsonaro en la segunda vuelta presidencial con 99,99% del escrutinio cumplido, según los datos divulgados por el Tribunal Superior Electoral (TSE). El ajustado margen da cuenta de la polarización, la violencia política y las noticias falsas que atravesaron la campaña, sumado a las prebendas de último momento que impulsó el gobierno desde el control del aparato del estado. Aún así, no le alcanzó al actual presidente para vencer al líder del PT que asumirá su tercer mandato en enero de 2023. En su primer discurso en San Pablo tras la victoria, Lula afirmó que es preciso “reconstruir el alma del país” y sostuvo que no se puede “aceptar como normal que millones no tengan que comer”. “Voy a gobernar para todos los 215 millones de brasileños, incluso para quienes no me votaron. No existen dos Brasil” afirmó en un intento de pacificar un país sumido en hechos de violencia política que incluso implicaron asesinatos y escándalos a punta de pistola por parte de bolsonaristas durante la última semana de campaña.

Lula reafirmó el compromiso de poner a Brasil de nuevo en la escena de la integración Latinoamericana y regional, recordando que “Brasil es un país grande y no puede estar relegado al nivel de paria que se encuentra actualmente” en una crítica al aislacionismo de Bolsonaro. Al contrario, recordó el papel activo que los gobiernos de Lula tuvieron en el MERCOSUR y la construcción de la UNASUR, la CELAC, los BRICS y la relación con África y la UE entre otras intervenciones en la escena internacional. En ese aspecto, la elección del líder del PT fue recibida con entusiasmo por la gran mayoría de los presidentes de América Latina a los fines de recuperar un mayor protagonismo en la integración regional. Al respecto, desde Argentina recordaron que Brasil es el principal socio comercial y que ambas naciones tienen una relación estratégica en cuestiones nucleares, de seguridad regional y proyección hacia el Atlántico Sur, la Antártida y la Cuenca del Paraná y el Río de la Plata. Las propuestas de generar una moneda común alternativa al dólar sería de gran provecho para la economía bimonetaria argentina, recurrentemente dependiente de los dólares. Además, la presencia de Andrés Manuel López Obrador (México), Gustavo Petro (Colombia) y otros líderes de centroizquierda en países de América Latina y el Caribe permite retomar los lineamientos de los gobiernos populares de las primeras décadas del siglo XXI, sumando por ejemplo a Bolivia dentro del MERCOSUR.

En efecto, el programa presidencial de Lula contiene los lineamientos de desarrollo económico, transición ecológica e inclusión social que impulsan la mayoría de los líderes de la región. Entre los más destacados se encuentran obras de infraestructura en los 27 estados del país, el impulso del mercado interno y el consumo, los derechos laborales, el salario mínimo con aumentos anuales por encima de la inflación, la ayuda familiar equivalente a 112 dólares mensuales y 28 dólares por hijo, el fomento de la agricultura familias, planes de vivienda y acceso a los servicios públicos, educación y salud gratuita y de calidad, entre otras cuestiones. En ese aspecto, Lula enfatizó: “Reindustrialicemos Brasil, invirtamos en la economía verde y digital, apoyemos la creatividad de nuestros emprendedores y emprendedoras. No nos interesan los acuerdos comerciales que condenan a nuestro país al eterno papel de exportador de commodities y materias primas”. Mientras tanto, Bolsonaro al momento no emitió señales de reconocimiento del resultado electoral, pero el tribunal superior electoral ya emitió su dictamen convalidando como presidente electo a Lula. De esta manera, Brasil vuelve a sumarse a una senda de desarrollo con inclusión que fue obturada desde el golpe institucional a Dilma Rousseff en 2016 y que se profundizó con la proscripción a Lula en 2018.
Permanecen las tensiones entre Europa y Rusia por la guerra en Ucrania y los bandos continúan articulando sus alianzas.
En el octavo mes del conflicto militar en Ucrania las tensiones continúan con la imposición de la ley marcial en los territorios de Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia, anexados por Rusia el mes pasado. Según Moscú, las medidas de las fuerzas rusas están orientadas a proteger a la población de dichas regiones a partir de la contraofensiva ucraniana iniciada a principios de septiembre. En ese marco, evacuaron la región de Jerson y se mantienen en régimen de alerta media la República de Crimea, el territorio de Krasnodar, las regiones de Belgorod, Bryansk, Voronezh, Kursk, Rostov y la ciudad de Sebastopol. El ministro de Defensa de Rusia, Sergei Shoigu, confirmó la movilización de los 300 mil reservistas que se dividen entre 82 mil que ya participan en zonas de conflictos y 218 mil que realizan entrenamientos en cuarteles. Por el lado ucraniano, denuncian que los ataques rusos a infraestructura civil han dejado a 4 millones de habitantes sin luz y con problemas energéticos importantes en otras regiones, a partir de ataques con drones kamikaze proporcionados por Irán. Mientras tanto Rusia denunció que las fuerzas ucranianas atacaron la flota del mar negro en Sebastopol y en represalia suspendió el acuerdo de exportación de productos agrícolas que mantenía con Kiev. El secretario general de la ONU, Antonio Guterres llamó a renovar el acuerdo alimentario que vence el 19 de noviembre y que salvó a 100 millones de personas de caer en la extrema pobreza. Asimismo afirmó que de no llegar los fertilizantes y alimentos no sólo se desplegará la crisis sobre el precio sino también sobre el abastecimiento. Además, la inminente llegada del invierno en Europa permite prever un aumento en la tensión en el viejo continente a causa del encarecimiento del abastecimiento energético. La guerra en Ucrania cortó el abastecimiento de energía rusa a Europa, que beneficiaba principalmente Alemania, constituyendo un eje de articulación euroasiático que Estados Unidos veía con recelo. Así, el conflicto militar permitió considerar un cambio de matriz energética impulsado por el gas licuado proveniente de Estados Unidos y otros países como Noruega, que se ha convertido en el principal proveedor de Europa.

En el marco de la ruptura entre Europa occidental por un lado y Rusia con su marco de alianzas hacia los países de la ex URSS por el otro, se desarrollaron durante la semana sendos encuentros de impacto en la articulación económica de estos frentes. En primer lugar, se desarrolló en Berlín un encuentro del G7 y la Unión Europea para evaluar la financiación de la reconstrucción de Ucrania. La iniciativa impulsada por el anfitrión, el canciller alemán Olaf Scholz, fue considerada como un nuevo “Plan Marshall” para Ucrania, rememorando a aquel que permitió reactivar la economía y la infraestructura dañada en Europa luego de la 2° guerra mundial. El Banco Mundial calcula el costo de la recuperación de Ucrania en alrededor de 350.000 millones de euros mientras que el FMI calcula la caída del PBI del país en un 35% y una inflación del 20% anual. Para afrontar esta debacle, la Unión Europea se comprometió a otorgar 18.000 millones de euros a Ucrania para el próximo año, igualando la cifra que aportaría Estados Unidos para cubrir el déficit de 38.000 millones de dólares que calcula Kiev. De esta manera la estrategia atlantista comandada por Estados Unidos se compromete fuertemente en el apoyo a Ucrania a pesar de los costos que conlleva en las poblaciones europeas el aumento de la energía y el costo de vida en general.
Mientras tanto, desde el polo ruso, se desarrolló entre el 24 y el 27 de octubre el Club de Debates Valdái bajo el lema: El mundo poshegemónico: justicia y seguridad para todos. El cónclave al que asistieron 111 expertos, políticos, diplomáticos y economistas de 41 países adquirió mayor relevancia frente al cambio de situación geopolítica instaurado por la guerra en Ucrania, congregando predominantemente a representantes de Oriente Medio y el Magreb, Asia, América Latina, África y la Comunidad de Estados Independientes (CEI). En el discurso inaugural, el presidente ruso, Vladimir Putin desarrolló su concepción geopolítica generando tendencias en las redes sociales a partir de las declaraciones acerca del advenimiento de la década más imprevisible y peligrosa “desde la Segunda Guerra Mundial”. En efecto, Putin afirma que se está gestando la transformación del mundo unipolar comandado por Estados Unidos y sus aliados occidentales. Así, criticó que el “orden basado en reglas” propuesto por occidente está diseñado para permitirle quebrantarlas sin ningún costo, mientras le exige a los demás pueblos que acaten los valores occidentales como si fueran universales.

El mandatario ruso cuestionó los valores agresivos, coloniales y neoliberales impulsados por occidente que bloquean el “libre desarrollo creativo” de otras civilizaciones. En cuanto a las definiciones económicas, se manifestó en favor de nuevas plataformas financieras y de monedas alternativas a la imposición del dólar. Además, planteó que el desarrollo tecnológico debe estar al servicio de reducir las desigualdades mundiales, articulando esquemas de cooperación de mutuo beneficio como los que Rusia lleva adelante con países como China, India, Turquía y Brasil, que fueron de los más destacados en su intervención. Por último, achacó el conflicto militar en Ucrania a la política de constante provocación a Rusia por parte de occidente, afirmando que “fueron ellos quienes promovieron el golpe de estado en 2014, y los que no respetaron los acuerdos de Minsk.
Así continúan configurándose los bloques geopolíticos que tienen como emergente la guerra en Ucrania pero que se basan en cambios en los equilibrios de poder mundial basados en una puja en la que ningún polo da el brazo a torcer. Esto, no hace más en el corto plazo que prolongar el conflicto en Europa y sus consecuencias sociales y humanitarias más allá de esas latitudes.
Rishi Sunak asume los nuevos desafíos como primer ministro del Reino Unido
El pasado martes el ex ministro de finanzas de origen hindú, Rishi Sunak fue designado Primer Ministro del Reino Unido después de reunirse con el rey Carlos III en el Palacio de Buckingham, convirtiéndose así en el tercer mandatario en menos de 2 meses en ocupar el cargo. Este ex banquero de 42 años proveniente de una “minoría étnica” pero con formación en los centros de la elite como Oxford, Stanford y empleos en Goldman Sach y en la compañía de su multimillonario suegro es un exponente de la ideología de la meritocracia y la globalización de las finanzas. En esa línea mantuvo varios de los ministros de su sucesora de línea dura Liz Truss, como el ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, el ministro de Defensa, Ben Wallace; el titular de Exteriores, James Cleverly, y la ultraconservadora Suella Braverman en el ministerio de interior, con posiciones muy duras sobre la inmigración. Entre sus primeras definiciones, Sunak descartó el llamado a elecciones anticipadas que exigen los partidos opositores y prometió continuar con el apoyo a Ucrania con 2.600 millones de dólares. El miércoles pasado tuvo su primera intervención en la cámara de diputados donde tuvo que enfrentar las increpaciones de las bancadas opositoras sobre diversos desafíos de deberá encarar el nuevo gobierno. El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, que lidera las encuestas para las elecciones previstas para 2024, reclamo elecciones anticipadas y cuestionó el contenido neoliberal del gobierno que va en contra de los intereses de la clase trabajadora. Por su parte, Sunak afirmó que su llegada al gobierno había estabilizado a los mercados y que anunciará el 17 de noviembre el nuevo presupuesto, luego de que el Banco de Inglaterra adopte una nueva tasa de interés en 3 de noviembre. Además de los cuestionamientos sobre cómo encarar la crisis económica con una inflación de más del 10% anual, el primer ministro recibió críticas de los representantes del Partido Nacionalista Escocés que afirmaron que el 72% de su población quiere que Escocia se independice para volver a la UE. Tanto Boris Johnson como Lis Truss ignoraron las exigencias de la primera ministra escocesa Nicola Sturgeon sobre el tema.
En efecto, el brexit puede considerarse como uno de los puntos estructurantes de las recurrentes crisis a las que viene asistiendo el país desde que David Cameron anunciara un plebiscito sobre la cuestión en 2013. De esta forma instaló un tema de agenda que no era reclamado por la ciudadanía con el objetivo de saldar la interna de su partido con una votación por la afirmativa a mantenerse en el bloque europeo. Pero el error de cálculo al subestimar la campaña en favor del brexit precipitó su renuncia y la llegada de Theresa May en 2016. Desde ese entonces, ni los impulsores del brexit tenían muy claro el camino a seguir ni el lugar que el Reino Unido ocuparía en el escenario internacional. En 2019 llega al gobierno Boris Johnson con un perfil más duro en cuanto a la salida de la Unión Europea, que generó problemas mayores en términos económicos, comerciales y legales con Europa. Así, los empresarios británicos cuestionan las trabas burocráticas y aduaneras para comerciar con Europa, con nuevos requisitos y regulaciones por parte del gobierno.

A esto se le ha sumado otro gran escollo que deberá sortear el nuevo primer ministro, derivado del brexit: la crisis política en Irlanda del Norte. Desde febrero de este año con el triunfo por primera vez del partido republicano Sinn Féin, no se logra formar gobierno por el bloqueó del partido unionista DUP, la principal fuerza pro británica. La razón de la negativa es la protesta por los acuerdos posbrexit aplicados en el territorio, llamados Protocolo de Irlanda del Norte. Por ese acuerdo la frontera entre la Unión Europea y el Reino Unido se establece en el mar de Irlanda y no entre la frontera entre la República de Irlanda y el estado irlandés correspondiente a gran Bretaña. Esto ha traído problemas aduaneros entre que provocaron la crisis política de la que Sunak tendrá que dar cuenta. De esta manera, el nuevo gobierno arrancó su gestión con nuevos conflictos que emergieron de una situación inconclusa que ha trastocado la tradicional estabilidad británica con cinco primer ministros en los últimos 6 años.
Argentina fue sede de los encuentros de la CEPAL y CELAC para impulsar la integración regional y el desarrollo.
Durante la semana se desarrollaron en Argentina dos encuentros de gran magnitud para las estrategias de desarrollo de América Latina. Por un lado, desde el lunes 24 al miércoles 26, el 39° período de sesiones de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) en el que el país asumió la Presidencia Pro Tempore para el período 2022-2024. En paralelo, el miércoles 26 se desarrolló el encuentro de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), mientras que el jueves 27 continuó con la Tercera Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de la Celac y la Unión Europea.
El presidente Alberto Fernández abrió el 39° período de sesiones de la CEPAL titulado: “Hacia la transformación del modelo de desarrollo en América Latina y el Caribe: producción, inclusión y sostenibilidad”, advirtiendo que “la brecha entre ricos y pobres es la más profunda del planeta” y que la causa está en aquellos que promueven un estado ausente. A continuación, el Secretario General de la ONU, Antonio Guterres en un mensaje grabado reclamó mayor financiación para acceder a una transición justa hacia la digitalización, economías de cuidado y las energías renovables y los empleos verdes. Los ejes de las sesiones estuvieron orientados a debatir el modelo de desarrollo con eje en la producción, la inclusión y la sostenibilidad en un contexto de incertidumbre agravado por la pandemia del COVID-19 y la guerra en Ucrania. En ese aspecto, la Oficina de la CEPAL en Argentina presentó tres documentos en los siguientes paneles: 1) Los desafíos de la justicia territorial, 2) Sociedad del conocimiento, territorio y desarrollo, y 3) Cerrando brechas de género desde una perspectiva territorial. En cuanto a los nuevos enfoques de la CEPAL, se destacó un informe de la prestigiosa economista Mariana Mazzucato, titulado “Cambio transformacional en América Latina y el Caribe: un enfoque de política orientada por misiones.” En él se destacan las propuestas de impulsar políticas industriales orientadas por misiones, en las que los países pueden estimular la cooperación, diversificar la producción, aumentar la productividad y orientar un crecimiento económico sostenible e inclusivo. El enfoque de las misiones tiene por objetivo superar los compartimentos estancos y fortalecer la gobernanza poniendo en conjunción al sector privado, las instituciones públicas, las instituciones académicas y de investigación y desarrollo, las organizaciones de trabajadores y las instituciones de financiamiento en función de alcanzar objetivos de desarrollo. De esta manera, la CEPAL promueve avanzar durante el bienio en iniciativas innovadoras orientadas a los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 que impulsa la ONU, fomentando la diversificación y transformación productiva de los países de la región con base en las tecnología digitales y la innovación para mejorar la productividad, generando empleos de calidad y cerrando la brecha de desigualdad.

Además, el miércoles y jueves pasado, se desarrollaron la reunión de cancilleres de la Celac y las de CELAC-UE bajo el lema: “Renovando la alianza birregional para fortalecer la paz y el desarrollo sostenible”. El conclave presidido por Santiago Cafiero por la PPT de la CELAC y por Joseph Borrell por la UE fue el primero desde el 2018 y reanudó el diálogo basado en una agenda progresista, sustantiva y positiva. El nuevo contexto internacional que planteó la guerra en Ucrania generó un impacto en los suministros de alimentos y energía que obligó a Europa a volver su mirada hacia América latina y el Caribe, una región generosa en esos productos. Mientras tanto, desde América Latina y el Caribe se propuso dejar atrás una matriz económica primarizada, basada en el extractivismo para incluirse en nuevas cadenas de suministros seguras y justas, con alto valor agregado y que contribuyan a generar empleos de calidad. En ese aspecto, la UE “tiene un rol central” en la superación de las asimetrías norte-sur.