Sanciones de efecto negativo

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Ante el comienzo de la “Operación Especial” de la Federación Rusa en Ucrania, la respuesta de Occidente fue la imposición de sanciones económicas. Ante la posibilidad que una intervención armada de la OTAN en el conflicto pueda llevar a una escalada que termine en una nueva guerra mundial, la herramienta de las sanciones económicas fue la opción preferida. El objetivo de estas sanciones económicas es dificultar la vida de los ciudadanos rusos, para que ellos presionen a su gobierno por una retirada de Ucrania. Si la situación empeorara mucho, se podría dar el mejor de los casos que aspira Washington: un levantamiento popular que busque el cambio del gobierno ruso. A más de un mes de sanciones económicas ¿están funcionando como se esperaba?

Algunos indicadores

Entre fines de Marzo y principios de Abril, las grandes encuestadoras rusas presentaron varios informes relacionados con el efecto de las sanciones económicas, el apoyo popular al gobierno, la expectativa de migrar, la visión sobre el conflicto con Ucrania, las protestas contra la guerra y la relación con la OTAN. Estas encuestas nos ayudan a analizar la opinión pública rusa bajo los efectos desatados por la “Operación Especial”.

Con respecto a las sanciones económicas, el Centro Levada publicó una encuesta el 1ro de Abril que ilustra cómo aumentó el peso de las sanciones sobre el pueblo ruso. Sin embargo, no parece ser una situación alarmante todavía. Ante la pregunta si le preocupan las sanciones políticas y económicas impuestas por los países occidentales a Rusia, sobre el total de la población, el 19% respondió que está muy preocupado, el 27% que está preocupado, el 30% que está poco preocupado y el 23% no está preocupado. El 1% decidió no responder.
Esta proporción es aún mayor en Moscú, cuya economía está más ligada a Europa. El 60% está preocupado o muy preocupado, mientras que el 40% no lo está, o se preocupa poco.

La ampliación del espectro de las sanciones, que ahora afectan a muchos bancos y tarjetas de crédito en el comercio exterior, se ve reflejada en la opinión pública. Al responder sobre a quién afectan las sanciones económicas, en Diciembre de 2021 el 46% de la población consideraba que afectaba a la población en general mientras que el 41% consideraba que afectaban sólo a un pequeño grupo de responsables sobre la política hacia Ucrania. En Marzo del 2022, el 67% cree que afecta a la población general y sólo el 26% que lo hace sobre los responsables de la política hacia Ucrania.

Donde también se ve un cambio importante a lo largo del tiempo, es en la pregunta si las sanciones son un problema para usted y su familia. En Febrero de 2020, sólo el 10% de la población consideraba que las sanciones eran un problema grave o muy grave para su familia y el 87% consideraba que era un problema menor o ningún problema. En Marzo de 2022, es un problema grave o muy grave para el 29% de la población y es un problema menor o ningún problema para el 69%.

Apoyo popular

Como vimos anteriormente, las sanciones golpean a gran parte de la población y se hacen sentir. De acuerdo al plan original con el cual fueron ideadas estas sanciones, el pueblo ruso debería estar descontento con sus gobernantes y pedir el fin de la operación especial, retirar su apoyo al gobierno, buscar su remoción, o al menos desear dejar el país para mudarse al próspero Occidente. Pero parece que los rusos no quieren seguir ese juego.

Tanto la encuesta de Levada del 30 de Marzo como la de VTSIOM del 1ro de Abril describen la reacción defensiva de la sociedad rusa frente a lo que consideran una agresión occidental. En la encuesta de Levada, la cantidad de personas que creen que el país recorre el camino correcto pasó del 52% en Febrero del 2022 al 69% en Marzo. En la misma encuesta, la aprobación al trabajo de Vladimir Putin pasó del 71% al 83%. En la encuesta de VTSIOM, esa cifra se encuentra en el 79% y la confianza en él llega al 81%. La aprobación del trabajo del Primer Ministro, Mijail Mishustin, en la de Levada pasó del 60% al 71% y en VTSIOM  llega al 51,8% con una confianza en él del 63,1%. La aprobación del conjunto del gobierno ruso, en Levada pasó del 55% al 70% y en VTSIOM llega al 52,4%. Incluso la aprobación del trabajo del parlamento, la Duma estatal, en Levada pasó del 47% al 59%. No superaba el 50% desde Octubre de 2015.

Las sanciones no parecen haber quebrado el apoyo popular al gobierno ruso, sino lo contrario. Las cifras son particularmente altas, en especial si uno lo compara con la aprobación de la presidencia de Biden. Reuters la calcula en 45%, Gallup en 42% y Fivethirtyeight promedia varias encuestas para establecerla en 41,8%.

Un indicador importante de cómo se siente la población de un país ante una situación de crisis es su deseo de emigrar. Si bien muchos extranjeros que trabajaban en Moscú, o personal altamente calificado y relacionado con el comercio exterior, se fueron del país ni bien comenzó la “Operación Especial”, esta no parece ser la respuesta preferida por la población rusa. De acuerdo a una encuesta de Levada del 6 de Abril, el 20% de la población deseaba irse pronto o inmediatamente del país en Febrero de 2022. En Marzo, esta respuesta sólo fue dada por el 10% de la población. El 89% actualmente prefiere quedarse o desea irse en algún momento lejano en el tiempo. Esa cantidad es ratificada por la encuesta de VTSIOM del 4 de Abril, que dice que el 88% de la población no desea radicarse en el exterior.

¿Cómo ven la “Operación Especial”?

Las encuestas de VTSIOM del 30 de Marzo y de Levada del 31 de Marzo ayudan a entender cómo ven los rusos la “Operación Especial” que lleva adelante su país en Ucrania. De acuerdo a VTSIOM, el 76% de los rusos apoyan dicha operación, mientras que Levada sostiene que ese apoyo llega al 81%. Es poco probable que las masas exijan la retirada de las tropas rusas de Ucrania en el corto plazo.

En cuanto a los objetivos de Rusia en esta operación, VTSIOM ofrece las siguientes respuestas dadas por los encuestados. El principal objetivo es proteger a Rusia, desarmar a Ucrania y evitar el despliegue de bases militares de la OTAN en su territorio (42% de los encuestados). Además, se tienen en cuenta objetivos para cambiar el rumbo político de Ucrania, para limpiarla de los nazis (21 %), para proteger a la población de Donbass (18 %). Sólo el 4% de los encuestados informó que el propósito de la operación militar especial es ocupar Ucrania y anexarla a Rusia. La encuesta de Levada presenta estas respuestas: La defensa del pueblo ruso, de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk (43%), defender las fronteras rusas y evitar un posible ataque ucraniano (25%), Desnazificación de Ucrania, acabar con el fascismo y poner orden (21%), expulsar a la OTAN de sus fronteras, eliminar las bases estadounidenses de Ucrania y eliminar una posible amenaza nuclear (14%), absorber a Ucrania, las repúblicas populares o quedarse con la cuenca del Don (3%).

Las protestas que se dieron, principalmente en Moscú y San Petersburgo al principio de la acción militar en Ucrania, no lograron encender a las masas en contra de su propio gobierno. En consonancia con el apoyo a la “Operación Especial”, sólo el 8% de la población siguió con entusiasmo las protestas en contra de ella. El 50% de los rusos escuchó algo sobre las protestas y el 41% ni se había enterado que existieron. La encuesta de Levada del 4 de Abril muestra la opinión del público sobre por qué algunas personas asistieron a esa marcha. Aproximadamente una cuarta parte de los rusos cree que la gente va a las protestas por “indignación por la operación especial en Ucrania” (26%), “descontento con el estado de las cosas en el país” (25%), “descontento con la política del autoridades” (24%). Sin embargo, un tercio de los encuestados (32%) está seguro que “muchos van porque les pagaron” y un 14% cree que “mucha gente va por la empresa en la que trabaja o intereses personales”.

Una encuesta de VTSIOM del 4 de Abril muestra claramente que los rusos tienen una opinión muy clara sobre la OTAN y su relación con Rusia. Los ciudadanos rusos creen predominantemente que la OTAN es una estructura militar destinada a acciones agresivas contra Rusia y sus aliados (62%). Los que creen que la OTAN es una alianza militar destinada a proteger a los países miembros de la alianza son minoría (15%). El 46% de los ciudadanos está de acuerdo en que el objetivo del bloque de la OTAN ahora, como en el momento de su creación en 1949, sigue siendo la contención político-militar de Rusia. Sólo el 32% cree que este objetivo ha cambiado en el tiempo.

Hemos visto anteriormente que las sanciones económicas impuestas por Occidente no están logrando su objetivo de destruir la economía rusa, principalmente porque muchos países del mundo todavía se niegan a adoptarlas. Sin embargo, sí están causando daño en las economías occidentales y, a la vez, están favoreciendo el surgimiento de nuevas instituciones económicas mundiales  y nuevos mecanismos de pagos. Tampoco están cumpliendo con su objetivo político: en vez de debilitar al gobierno de Vladimir Putin, mejoran su imagen frente a la población y abroquelan la idea de autodefensa del pueblo ruso frente a un nuevo ataque desde Occidente. Pero la ineficacia de estas medidas sólo trae una misma respuesta: son necesarias más sanciones. Queda por ver si más de lo mismo genera un nuevo efecto, o la “Operación Especial” sólo terminará cuando Rusia crea que haya cumplido sus objetivos.