Inflación mundial en alza y reordenamientos geopolíticos.
La inflación no es un mero problema monetario a resolver per se, sino a partir de la desigualdad y de la pérdida del poder adquisitivo que genera, afectando la calidad de vida de los pueblos. Por ello, las matrices políticas de dicha inflación están atadas al control de los recursos estratégicos, tal como lo expresó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en el acto en conmemoración por los 40 años de la guerra de Malvinas, al afirmar que los alimentos y la energía se han convertido en un virtual botín de guerra en esta etapa geopolítica mundial. Así, el reacomodamiento de precios de los alimentos y la energía revelan la estrategia del poder atlantista, que lejos de abonar al mito de una libre globalización ordenada que asigna eficazmente los bienes y servicios, se asegura el control militar del suministro de los recursos básicos que organizan la producción y la soberanía alimentaria.